Barbarie en el Hospital de Gonnet: "Se metieron a pegar hasta en el quirófano", dijo la mujer de "El Volador"

La guardia del Hospital de Gonnet ayer fue una batalla campal por la barbarie que protagonizaron hinchas de Estudiantes y Gimnasia y sindicalistas. Heridos, tensión y destrozos fue el saldo de un violento capítulo que de milagro no terminó en tragedia.

Esta mañana, tal como se informó, en la puerta del nosocomio de 508 y 19 se vivía una tensa calma, donde familiares y allegados a los heridos aguardaban novedades sobre la salud de quienes aún permanecen internados.

Uno de ellos es Cristian "El Volador" Camilieri, que fue brutalmente golpeado y espera por ser dado de alta. Y fue su mujer Silvina la que habló y contó detalles de lo vivido, pero además reclamó la presencia del fiscal Gonzalo Petit Bosnic, para que le tome declaración ya que la intención es trasladar hasta la DDI al jefe de la barra brava del Lobo para que sea indagado.

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"Lo trajeron a Fernando al hospital (otro de los heridos y cuñado del barra tripero) y a la media hora Cristian con otros vinieron a ver cómo estaba. Cuando estaban en la puerta, tipo 13:30, cayó esta gente en camionetas y autos, con fierros, machetes, mazas y revólveres. Trajeron de todo y le pegaron a gente de la guardia, había embarazada y hasta personas mayores. Se metieron hasta el quirófano para pegarle a los chicos. Después se fueron y dejaron un auto abandonado", aseguró Silvina.

Luego contó que "eran como 200 y llegaron en camionetas. Cristian (Camilieri) y sus amigos se tuvieron que defender con los conitos que estaban acá, es la único que había". Sobre las heridas sufridas dijo que "le dieron un tiro en el gemelo. Le clavaron un fierro casi en la sien y en la nuca tiene un corte que le hicieron con un machete o un hacha". Además reveló que "perdió mucho sangre" y que "le hicieron una tomografía".

Respecto a los motivos que provocaron el enfrentamiento la mujer manifestó que su pareja "no tiene nada que ver con la Uocra. Este tipo (Iván) Tobar (líder de la Uocra La Plata y jede de la barra del Pincha) le da droga a los chicos adolescentes y los manda a matar, porque ayer vinieron a matar. Acá hubo 6 heridos y esas son cosas de asesinos". Por otro lado denunció que "a Tobar lo acompañan todos los políticos, por eso hacen lo que hacen. Manejan todo. Está metido en Estudiantes, con la droga, con todo. Y todos lo saben".

Cabe recordar que además de "El Volador" resultaron heridos Fernando Nicolás Sanconi (45); Juan Roberto Arcajo (47), Manuel Ramos (55) y Mauro Perilli (35)”. Mientras que es muy probable, según refirieron voceros ligados a la pesquisa, que haya más con cortes y contusiones, pero que seguramente buscaron pasar desapercibidos y requerir de asistencia en otros nosocomios alejados.

Por otro lado, otro barra albiazul identificado como Gustavo "El Melli" Avalos, apareció en las últimas horas en un video con una dura amenaza: "Hay que matarlos a todos, ya fue. El Cristian (por Camilleri) se estaba muriendo". Visiblemente lastimado y con una venda en la cabeza se lo escucha dar detalles de lo vivido ayer en Gonnet: "Los vi bajar a todos y eran más de no sé cuántos, todos con facas, arpones, pistolas, revólveres. Nos cagaron matando a todos, hasta a la gente que no era de Gimnasia". Y agrega: "Los encaré con las dos facas mías. Ahí me empecé a pelear con uno y después me agarró otro con una faca grande. Me agarró a fierrazos y me empezaron a matar todos".

Tal como se publicó, ayer se escribió otro capítulo que mostró lo peor del gremialismo y el fútbol. Todo comenzó en las inmediaciones de Plaza San Martín y terminó en el San Roque de Gonnet, donde los barras y sindicalistas cruzaron amenazas, golpes, facazos y disparos, con un saldo al menos cinco heridos, todos con cortes y contusiones, entre ellos el propio Camilieri, que quedó internado. Lo cierto es que el nivel de violencia y salvajismo desplegado fue tan grande, que todos pensaron en un escenario más grave del que finalmente se informó. 

Lo cierto es que esta mañana en el nosocomio de Gonnet se vivía una tensa calma y producto de ello es que el cuerpo de Infantería se encontraba allí apostado frente a posibles represalias.