Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Séptimo Día |HISTORIAS

Grandes pintoras y escultoras no reconocidas en su tiempo

A finales del siglo XIX y principalmente en el XX, varias mujeres que se dedicaron al arte lograron reconocimiento y gozaron de éxito. Pero más tarde fueron eclipsadas por un espacio hecho y destinado, hasta hace bastante poco, por y para hombres

Grandes pintoras y escultoras no reconocidas en su tiempo

La escultura “Arch of Hysteria” de Louise Bourgeois / EFE / Jorge Zapata

25 de Junio de 2023 | 02:26
Edición impresa

Musa y amante de Auguste Rodin, la escultora francesa Camille Claudel (1864-1943) compartió trabajo, estudio, vida y obras... Abandonada por su amante cuando esperaba ser reconocida, cayó en la desesperación, en la depresión, y su familia la encerró de por vida.

Su historia fue la de una pasión: la escultura, pero se la recuerda más como musa y amante de Rodin que por su obra. Tan brillante fue Camille que algunas de sus esculturas se confundían con las de su maestro y tal era su talento que muchos prefirieron ver la intervención de Rodin; otros quedaron impresionados por el talento de la joven y fue apoyada por artistas de la época, por la crítica, que hablaba de ella en las revistas especializadas.

De familia burguesa -su hermano era el poeta y diplomático francés Paul Claudel-, ésta no aprobaba que se dedicara ni al arte y menos aún a que se independizara con tan solo 18 años y sin casarse, como era lo normal. Cuando llegó a París continuó con su formación y con solo 19 años consiguió entrar en el taller de Auguste Rodin, quien apreció su talento y además de tomarla como alumna y como modelo, se convirtió en su amante y en su compañera de trabajo. Fueron tiempos de felicidad para la joven artista y pese a la gran diferencia de edad, ambos trabajaron juntos, compartieron estudio, ideas, arte y hasta temporadas juntos fuera, pero de cara al exterior, a la sociedad Camille fue siempre la amante y pese a que las críticas a su obra fueron buenas, siempre se insinuaba en ella la mano del maestro.

EL SUFRIMIENTO EN LAS OBRAS

El escultor estuvo unido a otra mujer, Rose Beuret, a quien se negaba a dejar, y con la que se casó finalmente después de muchos años, un golpe terrible para Claudel justo cuando esperaba ser reconocida en sociedad como su compañera. Reflejan este sufrimiento obras suyas como “Sakountala” (1888), de sencillez compositiva pero cargada de sensualidad y sutil dramatismo; “Clotho” (1893), una alegoría de la vejez y la muerte o la más conocida “El Vals” (1895), donde una pareja de bailarines-amantes de bronce parecen cobrar vida.

Camille se “rompió”. Aparecieron los celos, y hasta los artísticos, que provocaron la ruptura definitiva en 1898, año en el que terminó “La Edad Madura” en bronce, una vibrante alegoría formada por tres figuras. En 1905 realizó su última gran escultura “El Abandono”, presagio de lo que fue su propia vida.

Vista parcial de la escultura ‘Balzac en robe de moine’, de Auguste Rodin, junto a una fotografía de la escultora francesa Camille Claudel / EFE / D. Emery

LAS PARANOIAS Y EL DERRUMBE

Se alejó, vivió sola, y aparecieron sus paranoias, creyó que Rodin le robaba sus ideas, que planeaban asesinarla... Toda su ira fue dirigida hacia él y llegó a destruir gran parte de sus obras. Cuando murió su padre, su gran apoyo, en 1913, su madre la internó en un sanatorio y un año después la trasladaron a un manicomio. Se le diagnosticó manía persecutoria, delirios... En esa época era frecuente que las mujeres que no seguían las normas o problemáticas fueran internadas bajo algún pretexto, aludiendo, cierto o no, a algún problema mental, una forma para sacarla el medio.

Pronto el centro recomendó a la familia que, dada su lucidez, mejoraría en su casa. No hicieron caso, ni tampoco a sus cartas enviadas a la dirección del centro sobre la crueldad de mantenerla tanto tiempo encerrada, escritas con total lucidez y brillantez. En efecto, Camille tuvo un final tan triste como cruel porque permaneció allí presa, aislada porque incluso le prohibieron recibir visitas. Así vivió 30 años hasta su muerte. Ignorada por su familia en vida, también lo fue como artista hasta años recientes.

Afortunadamente otras mujeres artistas de los últimos dos siglos, pese a que pasaron en su momento silenciosamente, pudieron crear y dejar una huella, pese a que después fueran eclipsadas por la historia del arte.

Detalle de la escultura ‘L’ implorante’, de la artista francesa Camille Claudel / EFE / Denis Emery

BERTHE MORISOT

Es el caso de Berthe Morisot (1841-1895), la primera mujer en unirse al movimiento impresionista. Perteneciente a la alta burguesía, fue educada en el mundo del arte y la música, disciplinas que combinó y le permitió conocer con solo 20 años a Camille Corot, famoso paisajista quien la admitió como discípula y la introdujo en los círculos artísticos.

La «artista-constructora» como la llamaban sus contemporáneos, Liubov Popova (1889-1924), una de las principales defensoras y entusiastas del arte abstracto en Rusia, fue una de las figuras más destacadas de la vanguardia en ese país durante el primer cuarto del XX, es decir del constructivismo soviético, el suprematismo de la época de la revolución rusa.

NATALIA GONCHAROVA

Su compatriota, Natalia Goncharova (1881-1962) se convirtió junto a su compañero sentimental y profesional, Mijail Lariónov, en el punto de unión del arte tradicional popular ruso con las vanguardias europeas, el futurismo y el cubismo, que hacen evolucionar al llamado rayonismo. Una obra que fue bien acogida por el público, aunque su estilo de vida, moderno y diferente, excéntrico para entonces, chocó con los convencionalismos sociales causando a menudo polémicas. Esto no le impidió ser muy valorada en el mercado del arte, y siempre se cita un cuadro suyo, “Flores”, que llegó a alcanzar los 10,8 millones de dólares.

SONIA DELAUNAY

Sonia Delaunay (1885-1979) conoció a Robert Delaunay en 1910 cuando llegó a París. A partir de entonces, el intercambio artístico entre ambos pintores fue intenso y juntos desarrollaron el llamado orfismo, una corriente artística, mística y espiritual, que buscando la pureza deriva al arte abstracto. Al principio la obra de Robert se valoró más que la de su mujer, pero actualmente la artista es destacada con la intensidad merecida.

GEORGIA O’KEEFFE

Muy conocida es también hoy en día Georgia O´Keeffe (1887-1986), considerada una pionera del modernismo estadounidense. Se formó en Chicago y en Nueva York donde conoció el arte europeo y a su futuro marido, el galerista y afamado fotógrafo Alfred Stieglitz gracias al que recibió notoriedad. Es la pintora colorista de flores y rascacielos de Nueva York, de paisajes de Nuevo México donde vivió. Desde hace unos años, raro es el museo de arte moderno que no haya expuesto la obra de Georgina, una mujer centenaria que, a diferencia de la costumbre anglosajona, mantuvo su apellido paterno.

Vista de la exposición que el Museo Thyssen de Madrid dedicó a Georgia O’Keeffe (1887-1986), una de las máximas representantes del arte norteamericano del siglo XX / EFE / Luca Piergiovanni

MARÍA BLANCHARD

Más corta fue la vida de la española María (Gutiérrez) Blanchard que murió a los 51 años, en 1932 dejando atrás una obra impresionista, expresionista y hasta cubista llena de humanidad, sensibilidad y ternura.

Blanchard fue profesora de dibujo en España, pero se marchó a París, para poder pintar con libertad, en un ambiente más relajado donde no fuera señalada por su aspecto físico, aquella joroba que tanto le acomplejaba. Gran amiga de Picasso, ambos se admiraban, si pudo recibir en vida los halagos de la crítica y vivir de la pintura.

LOUISE BOURGEOIS

La más joven de este grupo es Louise Bourgeois (1911-2010), escultora francesa-norteamericana considerada una de las artistas más importantes del arte contemporáneo de los movimientos vanguardistas del XX como el surrealismo, el expresionismo abstracto. Unas de sus espectaculares arañas gigantes están instaladas a las puertas del Museo Guggengheim de Bilbao y en el Centro Cultural de arte contemporáneo Stavros Niarchos de Atenas.

HILMA AF KLINT

Y como no mencionar a la pionera del arte abstracto, y hasta hace muy poco gran desconocida, Hilma af Klint (1862-1944), que creó sus primeras creaciones en 1906. Una obra novedosa en formas y colores que permaneció oculta por estricto deseo de la artista, por temor a no ser entendida, hasta los años ochenta, cuando la artista calculó podría ser entendida. Hubo de pasar unos años más.

La boloñesa de la pintora cubista española, María Blanchard, 1923 / Museo Nacional del Prado

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla