Intendentes del PRO rompen con La Libertad Avanza y se alejan del acuerdo en la Provincia

El primero en encender las alarmas fue Javier Martínez, intendente de Pergamino, quien rompió con la alianza PRO–La Libertad Avanza y se sumó al frente Hechos, impulsado por los hermanos Passaglia en la Segunda Sección Electoral. “Votaron todo con el kirchnerismo, son zurdos”, lanzó el jefe comunal, quien denunció exigencias desmedidas por parte del espacio libertario, como quedarse con el 70% de las listas locales.

Desde el PRO le reprochan haber priorizado la renovación legislativa de su diputada, Paula Bustos. “Eso que decía que era de la ‘nueva política’…”, ironizó un dirigente cercano a Ritondo.

Poco después, el intendente de Puán, Diego Reyes, también anunció su salida del armado común. Crítico de los libertarios, aseguró que no podía aceptar incorporar concejales opositores a sus listas. “La gente de La Libertad Avanza es oposición y yo necesito gobernabilidad. No vamos a hacer alianzas por una cuestión electoralista”, argumentó.

Reyes se sumará al frente Potencia, liderado por la exvicejefa de la UIF, María Eugenia Talerico, y alineado con un perfil más institucionalista y crítico del mileísmo.

María José Gentile dio el portazo

En 9 de Julio, la intendenta María José Gentile también se alejó del acuerdo. La tensión con los libertarios venía en ascenso: uno de sus concejales, Luis Moos, llegó a pedir su destitución y la denunció penalmente por presuntas irregularidades. Su incorporación a un nuevo frente se daría en las próximas horas, pero su desvinculación del acuerdo con LLA ya fue confirmada por su entorno.

Mientras, el intendente de Junín, Pablo Petrecca, cercano a Jorge Macri, también analiza romper con la alianza y sumarse a “Somos Buenos Aires”, una coalición que busca recuperar el perfil de centro-derecha moderado de Juntos por el Cambio. En su distrito, los libertarios lo acusan de “oscurantismo” y critican su política tributaria y contrataciones.

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Desde su entorno no confirman ni descartan nada, aunque admiten que el vínculo con los referentes de La Libertad Avanza está “muy desgastado”.

El conflicto de fondo se repite en algunos distritos: los intendentes del PRO denuncian que los concejales libertarios actúan como una oposición sistemática, mientras a nivel provincial se busca cerrar listas conjuntas. Esta falta de coherencia política pone en jaque la estrategia del acuerdo, especialmente en localidades donde el PRO gobierna y necesita respaldo legislativo para avanzar en su gestión.

El PRO minimiza la crisis

Pese a las rupturas, desde el entorno de Cristian Ritondo intentan mostrar calma. “Cada uno es libre de hacer lo que quiera. Los que seguimos en el frente con LLA lo hacemos por convicción”, afirman. Sin embargo, reconocen que las negociaciones más tensas se dan en el armado municipal, incluso en distritos con intendentes “propios”.

La semana pasada, el PRO había anunciado que sus 13 intendentes acompañaban la alianza. Hoy, al menos tres ya se bajaron, y otros podrían seguir el mismo camino. También hay dudas en Zárate, donde el intendente Marcelo Matzkin aún no definió su postura.

La pérdida de intendentes no solo afecta el capital político del PRO: debilita también a La Libertad Avanza, que pierde despliegue territorial y capacidad de fiscalización para las elecciones del 7 de septiembre. Mientras tanto, las conversaciones siguen al rojo vivo para evitar nuevas bajas.

El experimento de una alianza liberal-conservadora en la provincia de Buenos Aires enfrenta su prueba más difícil: la tensión entre las lógicas nacionales y las urgencias locales.