El PRO, debilitado para negociar un acuerdo con Milei en la Provincia

Javier Milei acaba de tomar la colina más importante que tiene el PRO y clavó allí el mástil de la bandera violeta. En la tierra donde se gestó un experimento político exitoso que incluso logró llevar a la Casa Rosada a Mauricio Macri, su líder y fundador, se produjo un batacazo político que terminó por confirmar la reconfiguración del mapa político nacional que había escrito sus primeros contornos en las presidenciales de 2023.

La victoria libertaria en Capital Federal tiene impactos a varias bandas. Acaso el más importante por su volumen electoral, sea en la provincia de Buenos Aires. En territorio bonaerense se vienen desarrollando conversaciones en busca de algún tipo de acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO para los comicios legislativos y esas charlas estaban fuertemente condicionadas por el resultado porteño. La amplia ventaja conseguida por la expresión política libertaria y el decepcionante desempeño del macrismo, podrían cambiar radicalmente los términos de ese eventual cierre.

Si La Libertad Avanza ponía como condición sine qua non que el acuerdo fuera en base al nombre de su propio partido, es decir, que la oferta llevara la denominación que identifica a Milei y al color violeta de esa fuerza en desmedro de la marca PRO, ese requisito ganó musculatura con el resultado de anoche en Capital Federal.

No es un tema menor en el desenlace de la negociación bonaerense el hecho de que la victoria de Manuel Adorni como legislador porteño robustezca la arquitectura política empujada y decidida por Karina Milei.

La hermana del Presidente fue la ideóloga de que la fuerza oficialista nacional enfrentara a Macri en su propio territorio, que lo desafiara en el reducto que lo vio nacer a la política y que controlaba desde hace casi dos décadas. En la Provincia, los armadores políticos que reportan a la influyente secretaria General de la Presidenta hablan con referentes macristas desde esa misma perspectiva. Traducido: si hay acuerdo, será bajo el rótulo del partido violeta.

El mileísmo puede anotar otro factor de peso a la hora de poner condiciones más allá del resultado porteño. En lo discursivo, planteó la elección en los términos de que La Libertad Avanza era la única propuesta capaz de derrotar al kirchnerismo. Ese mensaje, indudablemente, también resultó victorioso. ¿Por qué no intentar transportar esa misma estrategia a la Provincia si es en el distrito que gobierna Axel Kicillof donde más fuerte late el proyecto político de Cristina Kirchner?

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Adorni, el ganador de ayer, expuso con claridad ese encuadre a la hora de los festejos junto al Presidente, Karina Milei y varios ministros. Planteó dejar “las mezquindades de lado” y sumarse a La Libertad Avanza para enfrentar al kirchnerismo. Fue un claro mensaje a dirigentes del PRO y al propio Macri: el acuerdo nunca será de partido a partido. En todo caso, que se incorporen dirigentes amarillos como ya lo hicieron Patricia Bullrich y otros referentes bonaerenses como el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.

En ese contexto, no parece haber negociación posible con el propio Macri, enfrentado duramente ya con Milei y derrotado en esa pulseada personal. El ex presidente ha visto al menos mellado su liderazgo y si ya afrontaba rebeliones de dirigentes bonaerense que están a punto de pasarse a La Libertad Avanza (Diego Santilli es el caso más emblemático), esa debilidad ahora se muestra más acentuada.

Resulta indudable que el resultado porteño deja al PRO en una situación incómoda para negociar en mejores términos un acuerdo en la Provincia. Más aún porque la mayoría de su dirigencia, aún a regañadientes en el caso de cierto sector interno amarillo vinculado a Jorge Macri, cree que al final del camino no queda alternativa ni se podrá escapar al destino de terminar coincidiendo en los libertarios en territorio bonaerense.

El problema que afronta el PRO como partido es ahora su propia estructura, cómo hacer valer en la negociación su peso territorial traducido en el control de intendencias importantes, bloques legislativos y concejales en casi todos los distritos. A Milei, en todo caso, no le interesa ese despliegue ni lo piensa como un factor de presión. La estrategia libertaria pasa, claramente, por absorber. No por compartir poder. Mientras, muchos sectores sociales que se erizan ante las situaciones autoritarias de funcionarios del gobierno.

Nueva charla

En las próximas horas, negociadores libertarios y del PRO volverán a charlar sobre una posible coincidencia electoral en la Provincia. Pero el escenario indudablemente ha cambiado. De un lado de la mesa, un sector con talante ganador. Del otro, el derrotado justamente por un interlocutor que si ya no evidenciaba signos de amplia generosidad, acaso ahora tenga menos disposición para ceder.

Anoche, Mauricio Macri volvió a hablar de una posible coincidencia en la Provincia, pero reiteró que espera un cierre institucional, de partido a partido. Está por demás claro que Milei y su hermana Karina, tienen otra idea. Si nunca pensaron al PRO como un socio político, apalancados en el triunfo porteño, ahora mucho menos.

Pero no hay que olvidar que hay estructuras como la del radicalismo, el GEN de Stolbizer y la Coalición Cívica de Carrió, que buscan crear un polo distinto en la oposición para salir de la polarización de libertarios y peronistas.