Jonatan Schunke y la formación de juveniles en Estudiantes: “La Reserva espera, Primera no”

Jugó en Inferiores y quedó libre. Entonces arrancó su carrera desde abajo. Bien abajo. Volvió y le fue muy bien: más de seis años como titular en el primer equipo. Se fue al exterior y colgó los botines. Pensó que iba a pasar un largo tiempo para volver a Estudiantes. Hasta que en el verano sonó su teléfono y la vida deportiva le tenía preparada una nueva estadía en City Bell. Jonatan Schunke, el actual DT de la Reserva, cuenta su nueva función, su rol con los chicos que están por dar el salto a Primera, su grado de pertenencia y lo poco que extraña de correr detrás de una pelota de fútbol.

-¿Cómo se dio esta posibilidad de volver a Estudiantes?

-De manera increíble. Estaba en Chile y por temas personales dejé de jugar pese a que tenía la idea de seguir un año más. Al otro día me llamó Ale Saggese, el coordinador, y no dudé en decirle que sí.

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-¿Qué balance de tu primer semestre en Reserva?

-Fue muy bueno. Encontré un grupo de chicos con muy buenas condiciones y un poder de competencia que es clave. De todos modos, más allá de los resultados, nuestro objetivo es prepararlos y acercarlos lo más posible a lo que es una Primera División. Nunca vamos a poder estar a esa altura porque sólo las da la alta competencia, pero sí hacer todo lo posible para que el cambio sea lo menos traumático posible. Es nuestro objetivo y el de toda la estructura.

-Los hinchas a veces piden pibes en Primera y lo exigen...

-No es para nada sencillo. No se pueden promover chicos que no están preparados ni adelantar etapas. Estudiantes a lo largo de los últimos años ha sacado jugadores y ha vendido. Hay que seguir en esta rueda que es el sostén del Club y un generador de un sentido de pertenencia único.

-Un gran cambio es el escenario. ¿Cuáles son otras para un chico que viene de jugar en Reserva?

-Voy a tomar unas palabras que tuvo Eduardo (Domínguez) cuando hicimos una práctica de fútbol. Les dijo ‘en Reserva los pueden esperar, en Primera, no’. Ellos pueden equivocarse, tardar en entender, distraerse... Es nuestro desafío apostar por los chicos hasta reducir esas cosas. Y no es que no espera este Club, no lo hace ninguno. El fútbol en sí y todo el ambiente es muy crudo . Es un gran negocio y hay que estar preparado para estar ahí. Y no sólo hay que tener cualidades físicas y técnicas sino desde el espíritu. Ante las dificultades hay que ser competitivos y tener temple para seguir adelante.

-Subieron siete juveniles al plantel profesional ¿qué podés decir de ellos?

-Es complejo porque uno se encariña y los toma como propios. No está bien, ja. Han demostrado que son tremendamente competitivos. Eso es muy importante porque pueden tener la mejor técnica pero si carecen de eso no pueden avanzar. Ellos eran titulares en Reserva y ahora tendrán que esperar, y por eso es tan importante eso de prosigo a pesar de...

-¿Es muy difícil volver a jugar partidos de Reserva de preliminar? ¿Es importante o nostálgico?

-Tiene mucho valor pero lo veo dificilísimo. Haber jugado dos partidos en UNO con público para los chicos fue buenísimo. Fue una pequeña prueba de prepararse para la Primera División.

-Azconzábal, Quatrocchi, Desábato, Schunke, Domínguez... ¿Es casualidad que todos hayan sido centrales y luego entrenadores?

-(risas) El puesto en el campo tiene un poco que ver con la conducción. Es necesario un central que conduzca al equipo, lo mismo que un arquero y un número 5. Son puestos que tienen esa pequeña responsabilidad. Tener la jugada de frente y todo un campo por delante te va haciendo. Después es el deseo y las ganas de cada uno. En estos casos elegimos ser entrenadores.

-¿Cuándo decidiste que querías ser entrenador?

-Sabía desde hacía mucho tiempo. Lo que no tenía claro es cuándo, cómo y dónde. Sinceramente no lo tenía claro hasta que se dio esta posibilidad y la verdad es que estoy muy contento.

-¿Proyectás una carrera como entrenador en Primera en un futuro?

-Ahora no lo puedo decir. No sé qué estará pasando por mi cabeza en cinco o diez años. No lo sé. Hoy estoy feliz y contento en este lugar. Me encanta trabajar con chicos. Me daba cuenta ya desde que era jugador. No sé si es un don de docencia. Este es un lindo lugar para ejercerlo y en Reserva me siento cómodo. Viajo todos los días desde Pilar hasta La Plata y lo disfruto.

-¿En qué hay que aconsejar?

-Que tengan los pies sobre la tierra porque hay muchas cosas que se ven en Primera que todavía no las tenés. Y si no las tenés claras no las vas a alcanzar. Y no tienen que ver todas con lo futbolístico. Hacemos hincapié en valorar el lugar en dónde están y se enfoquen sólo en jugar. Hay muchas tentaciones por ser jugador de fútbol profesional. Formamos jugadores y personas también.

-¿Extrañás ser jugador?

-Nada. Quemé todas las energías. Me doy cuenta hoy que puedo comer cosas que durante 20 años no pude. Dejé todo. Imaginate que no puedo patear una pelota, me duele. No pude volver a jugar ni con amigos por la artrosis. A veces hasta no puedo ni hacerlo para indicarle a un chico.

-El que juega es tu hermano y va a enfrentar a Boca...

-Richard (Schunke) hizo un carrerón en Independiente del Valle. Tiene una linda historia de vida. Se fue libre y encontró ese lugar ideal para formarse. Me quedó grabado cuando fuimos con Estudiantes y detrás del arco había un cartel que decía “bienvenido a la cancha del futuro campeón del fútbol ecuatoriano”. Al principio me sonó presumido pero cuando conocí el trabajo lo comprobé. Eso es lo importante de trabajar en función de un objetivo. Ser visionarios. Y tiene mucho que ver con el Estudiantes campeón de todo. Ellos ganaron todos los campeonatos en Ecuador, la Recopa al Flamengo y dos veces la Sudamericana.

-¿Lo vas a ir alentar contra Boca?

-Sí, vamos a ir todos los familiares así que tendrá que conseguir varias entradas.

“Como les dijo Eduardo Domínguez a los chicos, ‘la Reserva te espera, pero en Primera eso no sucede’”

“El objetivo para este semestre es seguir creciendo como equipo y exigirles a los chicos a dar más”