Escapan de un robo con un bolso y la panza llena

En una vivienda de 137 entre 486 y 487, en Gorina, una mujer de 38 años se levantó temprano y bajó como lo hace todos los días hacia el sector de la cocina a preparar el desayuno. Pero al término de ese breve recorrido, se llevó la peor de las sorpresas.

Todo el ambiente se encontraba desordenado, señal del paso de delincuentes por el lugar.

Lo curioso fue que no advirtió ruidos extraños, al margen de los ladridos de los perros que tiene el vecino, a los que no le dio mayor importancia.

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Entre los faltantes mencionó un televisor de 70 pulgadas, una mochila negra grande, que en su interior contenía una computadora portátil de color gris y documentación correspondiente a los consultorios odontológicos en los cuales trabaja.

También le robaron herramientas, una impresora HP de color negra, una freidora, las llaves de los dos autos que se encontraban en el domicilio, el control remoto del portón eléctrico y algo de comida que tenía en el freezer. Previo a la retirada, se supo que los ladrones comieron alfajores y tomaron leche.