Con mística azul, Chelsea avanzo a octavos de final

En un partido que quedará en lso archivos del Mundial de Clubes, tras quedar demorado por casi dos horas el Chelsea venció 4-1 al Benfica. Tras forzar al tiempo suplementario, las Aguilas no pudieron aguantar el resultado.

En relación a lo estadístico, Benfica llegaba como uno de los candidatos a quedarse con esta llave, ya que en su grupo no había perdido y había clasificado primero por encima del Bayern Múnich, aunque en rendimientos futblisticos la cosa fue diferente. Esto mismo se vio reflejado durante 90 minutos en el campo de juego. Si bien el Chelsa no fue un amplio dominar dl partido, por momento se notó la experiencia de Londres. La que sirvió para avanzar de fase.

En el primer tiempo, las ocasiones de gol fueron escasas, aunque una de las más claras la tuvieron los azules. A los 18 minutos del primer tiempo, la jugaron muy bien para Liam Delap dentro del área, que la jugó hacia atrás para encontrar solo al lateral izquierdo español Marc Cucurella, quién dejó pagando a un defensor en el camino tras el enganche y definió al angulo superior izquierdo del guardamenta portugués, pero justo allí se encontraba Antonio Silva que sacó la pelota de cabeza en la línea. Evitando así lo que podría haber sido el primer gol de partido.

En el cierre de la inicial, el Chelsea volvió a avisar con otro remate dentro del área de Cucurella, que el arquero ucraniano Anatolii Trubin contuvo.

En el complemento, la cosa cambió para el elenco de la Capital de Inglaterra. Con jugadas colectivas y algunas individualidades pudo tomar los hilos del partido y hacerse del dominio de la pelota.

Siguiendo esta línea el gol no tardó en llegar y a los 19 minutos de la segunda parte, tras una infracción en el sector izquierdo ofensivo del campo portugués, el marcador central Reece James se encargó de acomodar la pelota y rematar al primer palo del arquero de las Aguilas, que por más que se tiró para su caño derecho no pudo contener el remate del londinense de 25 años que la mandó al fondo de la red muy cerquita de la ratonera, donde los arqueros pocas veces llegan.

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De esta forma, los dirigidos técnicamente por Enzo Maresca se ponían en ventaja y ahora si eran los dueños del partido. Sin reacción para el Benfica, los Azules llegaron al segundo gol, pero fue anulado por un claro fuera de juego.

Cuando el encuentro parecía que llegaba a su fin y Chelsea se quedaba con la clasificación a cuartos de final, el cielo se tornó gris, y el árbitro puso en marcha el protocolo por tormenta eléctrica. Si bien la lluvia nunca cayó y el febo salió de frente, se siguió a rajatabla el reglamento.

Después de dos horas de demora, el partido se reanudó y la historia cambió por completo. En el tiempo agregado una mano de Badiashile sentenció un penal para el Benfica, que Di Maria lo cambió por gol.

De esta forma, todo se definió en el tiempo complementario, donde el cansancio físico fue el gran protagonista. A pesar de esto, con lo último que quedaba el Chelsea intentó y a los 3 minutos del segundo tiempo del alargue, Nkunku en una serie de rebotes rompió la igualdad. Y para coronar, Neto convirtió el tercer gol para los Azules. Aunque cuando el telón estaba por caer Dewsbury-Hall puso a bailar cuarteto a los portugueses y le dio la victoria 4-1 a su equipo y la clasificación a cuartos, donde deberá enfrentar al Palmeiras el próximo viernes desde las 22.