“La tragedia de Macbeth”: el debut Joel Coen sin Ethan

“La tragedia de Macbeth”, una adaptación llena de niebla y de sombras del clásico de Shakespeare, es el debut de Joel Coen detrás de cámara sin su hermano, Ethan. La película, considerada como una de las mejores versiones en la pantalla, llega hoy a Apple TV+.

Protagonizada por Denzel Washington como Macbeth y Francis McDormand -mujer de Joel- como Lady Macbeth, el proyecto fue impulsado en parte por McDormand, quien anhelaba hacer la obra con su esposo dirigiendo, posiblemente en el escenario. Coen finalmente cedió, pero solo podía imaginarlo como una película.

“La ambición era hacerlo como una película en términos de aceptar lo que el medio te brinda estilística, psicológica y formalmente, pero tratando de no perder la esencia de la obra literaria’’, manifestó el realizador en el marco de una entrevista con Jake Coyle para AP.

Por mucho que la película marque una diferencia para Coen, “La tragedia de Macbeth’’ no es realmente un acto en solitario.

Además de trabajar con actores como McDormand, Washington y Kathryn Hunter, el filme se construyó con la colaboración del director de fotografía Bruno Delbonnel y el diseñador de producción Stefan Dechant.

Coen y Delbonnel, que rodaron “Inside Llewyn Davis” y la película anterior de los Coen, “The Ballad of Buster Scruggs’’ (“La balada de Buster Scruggs”), se conocieron hace casi tres años y pasaron una semana en un hotel suizo repasando ideas y referencias. En esa conversación y otras, captaron cosas como el estilizado diseño escénico de Edward Gordon Craig de principios del siglo XX, “The Passion of Joan of Arc” de Carl Dryer, las fotografías de claroscuro de Hiroshi Sugimoto y “The Night of the Hunter’’ de Charles Laughton.

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Parte de la intensa conversación que Coen normalmente tendría con su hermano, la tuvo con Delbonnel, volcando imágenes y bocetos y tomando descansos contemplativos para fumar.

“Probablemente no se trate de comprensión, probablemente se trate más de cuestionar lo que estamos haciendo. Joel y Ethan siempre se preguntaban si era la forma correcta de hacer algo. No hay una forma correcta sino la forma correcta para la película’’, dijo Delbonnel sobre su conexión con Coen. “Ambos pensamos que Kurosawa era un genio”, agregó.

EN LA MISMA LÍNEA

Por mucho que el bullicio de las películas de los hermanos Coen pueda parecer distante de la tragedia de Shakespeare, se pueden trazar paralelismos. “Hay ecos de cosas que hemos hecho en el pasado en esta obra”, admitió Coen, quien reveló que “una de las razones por las que siempre me ha gustado la obra es cómo Shakespeare anticipó o prefiguró estos tropos de la ficción criminal del siglo XX, esta idea de una pareja que planea un asesinato’’.

El “Macbeth’’ de Coen proviene de una perspectiva más madura que la común en la obra escocesa. McDormand y Washington tienen 60 años, y sus Macbeth hacen un último intento por el trono. Y la experiencia de Coen, de 67, y de Delbonnel, de 64, también es importante. “Llevamos aquí un tiempo y tenemos ideas. Hay cosas que nos gustan y cosas que no nos gustan. Eso es todo’’, aseguró el director de fotografía.

Coen reconoció que su propia ambición ha disminuido; se ha vuelto más prudente en cuanto a lo que está dispuesto a hacer. Su producción casi anual con Ethan - hicieron “No Country for Old Men’’, “Burn After Reading’’, “A Serious Man’ y “True Grit’’ en cuatro años- ahora le parece “un poco loca’’. El proceso de filmación de “Macbeth’’, que se vio interrumpido por la pandemia, tampoco es algo que le gustaría repetir.

Para Coen, menos es cada vez más, sobre todo en la minimalista “Macbeth’’. Él y Delbonnel prepararon un gran guion gráfico para encontrar el nivel adecuado de abstracción. Coen no quería un castillo sino “la idea de un castillo’’.

SIN ETHAN

¿Cómo fue rodar esta película sin su hermano? “Pasé 40 años mirando a Ethan después de cada toma o mirándolo a ver si había algún problema. Así que lo extrañé porque eso no estaba allí’’, manifestó el realizador que no descartó volver a trabajar junto a su eterno colaborador.

“¿Quién sabe qué pasará en el futuro? Ethan y yo, cuando comenzamos a trabajar, nunca dijimos por cuánto tiempo o esto es algo permanente. No interrogamos las decisiones de los demás a ese respecto’’, remarcó.

“Nuestro proceso nunca fue realmente prescrito. Nunca fue ‘tú estás haciendo esto y yo estoy haciendo aquello’. Siempre fue: los dos estamos haciendo todo y quien esté más cerca de la persona que hace la pregunta responde la pregunta. Eso es, esencialmente, dirigir una película: responder a muchas preguntas’’, concluyó.

“Eso es, esencialmente, dirigir una película: responder a muchas preguntas’’