Villa Garibaldi: homenaje al aventurero y político italiano

El templo católico más antiguo de la zona de La Plata estuvo en la zona que se conoce como Villa Garibaldi y su edificación, extremadamente humilde, se produjo incluso siete años antes de la mismísima fecha fundacional de nuestra ciudad.

De modo que bien puede decirse que esa zona de campos pertenecientes a las llamadas “Lomas de Ensenada”, luego expropiados para destinarlos a formar parte de la zona de chacras de la futura y nueva capital de la provincia de Buenos Aires, contaba de antaño con una cantidad de pobladores rurales tal, que el emplazamiento de una iglesia, la de San Pedro tuvo plena justificación.

Pero la fecha oficialmente reconocida como la de creación de Villa Garibaldi es la del 15 de abril de 1988, jornada en la que una verdadera avalancha de inmigrantes italianos, en su mayoría procedentes de la región de Liguria, concurrieron al remate de parcelas de tierras que se llevó a cabo ese día con todo éxito.

Pero primeramente hay que decir que la historia reconoce que entre mediados de los siglos XVII y XIX, las tierras que hoy se conocen como Villa Garibaldi y Parque Sicardi pertenecieron a varios estancieros, entre ellos, según algunos testimonios históricos, Juan Manuel de Rosas e Ignacio Correas y Sotomayor, padre de quien cuyo nombre quedara perpetuado en La Plata llevando en la denominación de la estación y localidad de Ignacio Correas, también ubicados en el sur de nuestro partido.

Las tierras que nos ocupan para contar la historia de Villa Garibaldi, para la época de la fundación de La Plata en 1882, en gran parte ya habían cambiado de dueño, y en aquel tiempo pertenecían a don Eugenio Sicardi y a Juan González Morén.

EMPRENDIMIENTO INMOBILIARIO

Ambos hacendados fueron impulsados por un brillante hombre de negocios de la época a lotear parte de sus propiedades a precios módicos por cada parcela y así llevar a cabo un negocio inmobiliario de importancia.

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Ese hombre, según cuenta el historiador platense Roberto Abrodos, era Emilio Morales Gauna, promotor de distinto tipo de inversiones, martillero, empresario e industrial.

Morales Gauna planificó el remate de un sector de las tierras de Sicardi y González Morén convenciéndolos de que, en pocos años, al poblarse la zona que se proponía rematar, los terrenos restantes y que no saldrían a la venta en ese momento, adquirirían un valor notablemente superior al que tenían en ese entonces.

Para ello Morales Gauna se ocupó de lograr la subdivisión de los terrenos y hasta trazó un plano con el futuro tejido urbano que tenía la zona para exhibirlo en un enorme cartel en la jornada del remate.

Además, el hombre hizo una “jugada maestra” porque, sabiendo de la avidez de los inmigrantes italianos que trabajaban como albañiles en las primeras edificaciones públicas y privadas de la flamante ciudad de La Plata por adquirir un terreno y levantar su vivienda, bautizó al futuro asentamiento como Villa Garibaldi, en honor al aventurero y patriota republicano Giuseppe Garibaldi (1807-1882), revolucionario también en Sudamérica y artífice de la unidad italiana.

EL REMATE

La fecha del remate, como se dijo, fue el 15 de abril de 1888, y acudieron a la cita más de 3 mil personas, en su mayoría de origen italiano, que al observar el gran cartel con el plano que mostraba una urbanización con calles abiertas de lo que en realidad en ese momento era una simple porción de campo, se entusiasmaron más de lo previsto.

El plano mostraba en el centro de la zona que se iba a lotear ese día, una gran plaza central con una imponente estatua de Garibaldi en el centro.

Esa misma jornada se vendieron prácticamente todas las parcelas de las más de 40 manzanas de tierras que se subastaban, en un clima eufórico y festivo, en el que, por tratarse de un remate, el precio de ciertos terrenos fue objeto de fuertes pujas entre los asistentes con mayor poder adquisitivo.

La modalidad de venta era la de abonar por cada terreno una suma en efectivo, la que orillaba el veinte por ciento del valor total del solar, y el resto se saldaba en cuotas iguales, sin intereses y a precio fijo, en 120 mensualidades, es decir, en diez años. La posesión era inmediata.

Se debe aclarar que la iniciativa de Morales Gauna en las tierras de Sicardi y González Morén, preveía un total de setecientas manzanas cuya subdivisión en parcelas de veinte metros de ancho por sesenta de fondo había obtenido, y que luego se irían vendiendo cuando los lotes subastados en 1888 comenzaran a poblarse.

Se trataba de un proyecto más que ambicioso que preveía para Villa Garibaldi, por la extensión futura que tenía su trazado, un destino de verdadera ciudad.

DE LA EUFORIA A LA DESAZÓN

Los adquirentes de los terrenos estaban muy entusiasmados, pero en el proyecto nada se decía con respecto por cuenta de quién correría la apertura de calles, aunque es justo reconocer que se habían hecho algunas gestiones con la administración local para que esa labor fuese encarada por cuadrillas del gobierno, lo que jamás terminó en acordarse.

No obstante, los compradores, en sus jornadas libres, se fueron agrupando de acuerdo a la ubicación de los lotes que habían adquirido, para comenzar a abrir algunas calles.

También, ya al año siguiente se habían comenzado a levantar varias viviendas, pero la grave crisis económica de 1890 hizo que la mayoría de esas obras se detuvieran y que, además, una parte importante de los compradores no pudieran seguir pagando la cuota mensual del terreno con lo que, luego de cierto tiempo, perdían la propiedad.

UNA FIGURA CLAVE

Emilio Morales Gauna, según Abrodos, estuvo desde un principio ligado a la fundación de La Plata: “Su presencia en la colocación de la piedra fundamental el 19 de noviembre, no era un hecho casual”.

Garibaldi fue un aventurero y político, artífice de la unidad italiana

Su amplia gama de actividades empresariales, entre ellas, como se dijo, la de martillero, industrial, comerciante y hasta periodista, incluyó también las de colonizador y promotor de asentamientos poblacionales.

Nació en Salta en una fecha que no ha sido determinada. Estaba emparentado con José Evaristo Uriburu, también salteño (Presidente de la Nación entre 1895 y 1898), y con Francisco Uriburu, presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires (1883-1885) y destacada figura en los primeros años de La Plata; también era amigo del Dr. Victorino de la Plaza, ministro de Relaciones Exteriores y delegado de Roca en la fundación de La Plata.

Junto a González Morén, Morales Gauna solicitó el 8 de agosto de 1882, al ministerio de Gobierno terrenos para instalar hornos de ladrillo en inmediaciones del Arroyo del Gato y cerca de los hornos de Serrano.

También estableció “La Industrial Sociedad Anónima” para cooperar en el desarrollo de la agricultura e industria, formación de colonias, centros agrícolas, concesiones de tranways y ferrocarriles, compra y venta de tierras, préstamos de dinero, asociándose en esas actividades a importantes hombres de negocios y políticos.

Organizó bancos y sociedades dedicadas a la construcción y financiamiento para la adquisición de tierras, tales como el Banco Constructor la Territorial; la Empresa Internacional de Tierras; La Comercial; La Industrial y empresas encargadas de fundar villas, con la organización previa de los lugares y remates posteriores.

Morales Gauna además de ser el promotor de Villa Garibaldi, también gestionó el establecimiento de la “Nueva Villa Elisa”, actual localidad de Arturo Seguí también en el año 1888.

Fue uno de los máximos dirigentes de la Cruz Roja de la época, y a través de esta entidad también promovió el asentamiento de pueblos.

Morales Gauna falleció en La Plata el 26 de mayo de 1937.

EUGENIO SICARDI

Parque Sicardi en un sector de Villa Garibaldi en el que con el tiempo se fueron estableciendo quintas de fin de semana de ciudadanos platenses, debido a que las dimensiones de las parcelas que allí podían adquirir eran más amplias y económicamente más accesibles que en otros puntos de la Región.

En las últimas décadas muchas familias eligieron residir allí de manera permanente.

Cuando González Morén y Sicardi se dividieron las tierras que poseían en forma asociada, el segundo se quedó con la zona en donde se levanta el barrio que lleva su nombre.

Eugenio Sicardi nació en Buenos Aires el 12 de enero de 1852, y era hijo del comandante don Eugenio Sicardi y de doña Secundina Curuchet.

En 1881 fue nombrado juez de paz en la ciudad de Buenos Aires. Pero un año más tarde, en 1882, fue electo diputado de la provincia de Buenos Aires, cargo que ejerció ininterrumpidamente hasta 1900.

Fue miembro del Directorio del Banco Provincia, Director Provincial de Rentas, presidente del Instituto de Fomento Territorial y socio de la Bolsa de Comercio porteña. Murió en Buenos Aires el 10 de marzo de 1902.