“Un amigo abominable”: una aventura animada en el Everest

Yi es una adolescente más en la enorme ciudad parecida a Shanghai. Un día, se encuentra a un joven yeti en la terraza de su edificio. La supuestamente “abominable” criatura, que se ha escapado del laboratorio donde estaba encerrado, está siendo buscada por toda la ciudad. Junto con sus ingeniosos amigos Jin y Peng, Yi decide ayudarle a huir, lo bautizan como “Everest” y los cuatro se embarcan en una épica aventura para reunir a la mítica criatura con su familia en el pico más alto del mundo.

Esta es la sinopsis de “Un amigo abominable”, la nueva película de animación de Dreamworks y Pearl Studios, que llega mañana a las salas, bajo la dirección de Jill Culton y Todd Wilderman.

La película viene amasándose desde hace una década y tuvo algunos cambios de manos.

Guionista y directora, Jill Culton lleva trabajando más de 30 años en la industria de la animación y ha colaborado en enormes proyectos como “Toy Story”, “Monster Inc.” y “Colegas en el bosque”. Y fue ella a quien Dreamworks convocó en 2010 para que escribiera y realizara “Everest”, el nombre original del proyecto. Sin embargo, años después, se anunció la salida de Culton de la cinta, quien fue reemplazada por Tim Johnson y Todd Wilderman. Aunque hace dos años se anunció que la película vería la luz este año y que Culton estaba de vuelta.

Para la directora, se trata de un proyecto especial y personal. “Como directora, es un sueño tener una hoja en blanco. El estudio simplemente quería una película con un yeti. Pude escribirla, se me ocurrió la historia y la dirigí, y ése es el boleto dorado para todos los directores. No me tomo esa oportunidad a la ligera. Pude poner mucho de mi propio amor y mi propia historia en esta película, así que es muy personal para mí”.

Según contó, la pasión que tiene por los perros gigantes fue lo que la inspiró a la hora de crear al protagonista de esta historia. “Tengo un sabueso de 50 kilos y la manera en la que me comunico con él me inspiró. Me encanta la relación entre animales y humanos, y la comunicación no verbal siempre me ha fascinado. Los sabuesos tienen un sentido del olfato fortísimo y quise incorporar esta idea en el yeti. Me encanta la naturaleza, así que le di al yeti el poder de controlar la naturaleza”.

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Sobre Yi, la adolescente con la que “Everest” entablará relación, dijo que llegará para romper los típicos personajes de heroínas, algo en lo que la industria viene apostando desde hace un tiempo. “Yo siempre era una marimacho cuando era niña y aunque veía las películas de princesas, nunca podía identificarme con los personajes. A mí me parecía que las princesas no disfrutaban: no construían casitas en un árbol, no se ensuciaban, no iban de camping. Quise crear una marimacho empoderada que cruza antes de mirar; aunque así se meta en líos a veces, al fin y al cabo su voluntad es lo que la ayuda. Obviamente es un ejemplo genial para niños”.

La directora explicó que trabajó esta película como una cebolla, entre capas, escondiendo mensajes profundos detrás de la simple animación.

“Aunque el corazón de nuestra película es alegre, aborda un asunto duro. Creo que, como cineastas, fallamos al público si no les damos algo que les supone un reto. A veces creo que la gente trata a las películas de animación como si fueran niñeras, simplemente para entretener a los niños un rato. No solo queremos entretener a la gente, queremos hacer películas importantes que pueden cambiar vidas”, manifestó.

“Me parece que muchas películas de animación eligen la opción fácil de un personaje que está en el punto de hacerse adulto y tiene que tomar su primera decisión adulta. En esta película realmente quise explorar lo que es ser una familia y cómo se puede ‘arreglar’ a una familia rota. La película aborda unos temas muy profundos, pero siempre hemos querido mantener un sentido de esperanza y alegre”, agregó.

Por último, se refirió a la decisión de ambientar la película en China y de tener protagonistas asiáticos.

“Hasta ahora, no creo que las películas de Hollywood de animación digital hayan contado una historia que trata sobre una familia china. Nos parece que todo el mundo podría identificarse con los personajes porque son muy accesibles, pero realmente quisimos rendir homenaje a esta cultura. Tenemos socios de Pearl Studios en Shanghai y trabajamos con ellos para hacer que todos los detalles fueran auténticos: su relación con el arte, o incluso la manera en la que las familias cenan. Cuando hicimos la película, realmente nos enamoramos de la cultura y quisimos rendirle homenaje”, cerró.