Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

Alimentos, energía y minerales críticos: el mundo demanda lo que Argentina puede ofrecer

Alimentos, energía y minerales críticos: el mundo demanda lo que Argentina puede ofrecer

Horacio Augusto Pereira

26 de Julio de 2025 | 15:19

Escuchar esta nota

En las últimas semanas resurgió un viejo debate: ¿fue o no Argentina una potencia mundial a comienzos del siglo XX? Las estadísticas de la época muestran que el país tenía uno de los ingresos per cápita más altos del mundo, una fuerte inserción agroexportadora y una infraestructura moderna para su tiempo. Además, era el país más industrializado de América Latina. 

Sin embargo, ese proceso no respondía a una estrategia deliberada de industrialización, sino más bien a impulsos sectoriales y oportunidades circunstanciales. 

La falta de una política industrial sostenida, la dependencia excesiva de los ciclos externos y una institucionalidad inestable limitaron su proyección a largo plazo.

Hoy, más de un siglo después, Argentina enfrenta una nueva oportunidad. Pero esta vez, el desafío no es recuperar un supuesto pasado glorioso, sino construir un futuro posible. 

El desafío

Alimentos, energía y minerales críticos: el mundo demanda lo que Argentina puede ofrecer. Nuestro país cuenta con recursos naturales de escala global, conocimiento técnico y capacidad industrial para transformarse en una potencia agroenergética y minera. El desafío es convertir esa ventaja objetiva en desarrollo sostenido. Para lograrlo, se necesita visión estratégica, políticas públicas estables y, sobre todo, instituciones inclusivas y resilientes.

La historia demuestra que no son los recursos los que determinan el destino de una nación, sino las decisiones que toma. Y hoy, más que nunca, las decisiones importan.

En los próximos años, la demanda global de alimentos, energía y minerales no hará más que crecer. En ese contexto, los países capaces de abastecer al mundo de forma confiable y sustentable ganarán protagonismo económico y geopolítico. Argentina, con su dotación de recursos y capacidades productivas en expansión, tiene una oportunidad estratégica inmejorable. Pero pasar de ser un proveedor de materias primas a convertirse en una verdadera potencia requiere mucho más que condiciones objetivas: exige decisión política, planificación de largo plazo y una arquitectura institucional sólida.

Actor clave

Actualmente, Argentina es un actor clave en la seguridad alimentaria global. Produce alimentos para más de 400 millones de personas. Solo en 2023, el complejo sojero exportó más de US$ 20.000 millones, y el maicero superó los US$ 7.000 millones. Más del 65% de las exportaciones totales están directa o indirectamente vinculadas al agro.

El sector energético también cobra impulso. Gracias a Vaca Muerta, y con reservas de gas y petróleo no convencional de clase mundial, las exportaciones energéticas superaron los US$ 8.000 millones el año pasado. Si se completan las obras de infraestructura clave —gasoductos, oleoductos, plantas de GNL— el potencial exportador podría superar los US$ 25.000 millones anuales hacia 2030.

La minería, en tanto, representa una tercera gran palanca de desarrollo. Argentina forma parte del triángulo del litio y posee reservas significativas de cobre, oro y plata. Si se concretan los proyectos avanzados, el país podría exportar más de US$ 25.000 millones anuales en minerales críticos en la próxima década.

La transformación

Pero exportar más no basta. El verdadero reto es transformar esa riqueza en desarrollo productivo, capacidades tecnológicas e industriales y empleo de calidad. Es ahí donde el modelo australiano ofrece lecciones valiosas.

Australia logró convertir su dotación de recursos naturales en una plataforma de crecimiento sostenido. Con políticas públicas activas, instituciones estables y una articulación virtuosa entre Estado, empresas y centros de conocimiento, desarrolló un ecosistema industrial competitivo. Hoy su sector METS (equipamiento, tecnología y servicios para la minería) exporta más de US$ 90.000 millones anuales, generando valor agregado y sofisticación tecnológica.

Argentina cuenta con capacidades similares, pero dispersas y sin escala. El agro es un buen ejemplo: altamente tecnificado, vinculado con industrias nacionales de maquinaria, biotecnología, software y servicios. Ese mismo entramado podría replicarse en energía y minería si se impulsan proveedores locales, contenido nacional y cadenas de valor integradas.

La energía no debe pensarse solo como generadora de divisas: puede ser palanca para desarrollar sectores industriales intensivos en consumo energético como la petroquímica, los fertilizantes, el acero o el hidrógeno verde.

La calidad institucional

El desarrollo no surge automáticamente de tener recursos. Requiere una macroeconomía ordenada, reglas estables y políticas públicas que estimulen la innovación y el agregado de valor. Así lo plantean Daron Acemoglu y James A. Robinson en “Por qué fracasan los países”, donde sostienen que el éxito económico depende menos de la geografía o los recursos, y más de la calidad de las instituciones.

Esa mirada se complementa con la de Jared Diamond en Colapso, donde analiza cómo algunas sociedades, a pesar de contar con recursos valiosos, colapsaron por no saber gestionar sus decisiones colectivas frente a las tensiones internas y los desafíos ambientales. Las que perduraron, lo hicieron con cooperación, sostenibilidad, institucionalidad y adaptabilidad.

Argentina enfrenta una ventana de oportunidad que no debe desperdiciar. Tiene los recursos, las capacidades científicas e industriales, y un contexto internacional favorable. Pero necesita construir un marco institucional que convierta esos activos en desarrollo duradero.

Eso implica apostar por una política industrial moderna, un entorno macroeconómico previsible y consensos estratégicos que trasciendan los gobiernos. No hay atajos: solo una estrategia sostenida en el tiempo puede transformar a Argentina en una potencia agroenergética y minera del siglo XXI.

El mundo necesita lo que Argentina puede ofrecer. La verdadera cuestión ya no es si tenemos los recursos. La pregunta es si esta vez tomaremos las decisiones necesarias para convertirlos en industria, innovación y bienestar.

 

Dato: nota publicada en eleconomista.com.ar

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla