Qué hay detrás del nuevo viaje de Milei a EE UU: Trump y el FMI en la mira

El presidente Javier Milei viajará hoy a la noche a Estados Unidos, en una visita relámpago. La explicación oficial es que se trata de un viaje para recibir un premio, pero podría estar cargado de bagaje político: estará en Mar-a-Lago, el complejo que hace las veces de residencia privada de su par estadounidense, Donald Trump, en Palm Beach, al sur de Florida. ¿Se verá allí con Trump? Anoche era la gran pregunta pero, en verdad, no había nada confirmado oficialmente más allá del vuelo. Tampoco se mencionaba que hubiera una pasada por Washington.

El viaje se da apenas horas después de que el canciller argentino, Gerardo Werthein, se haya reunido en la capital estadounidense con el secretario de Estado, Marco Rubio, y justo en el tramo final de las negociaciones de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que la administración libertaria busca cerrar lo más rápido posible para alejar la incertidumbre de los mercados.

EL PRÉSTAMO DEL FMI EN EL FOCO

El organismo le prestaría a la Argentina unos 20.000 millones de dólares, según lo anunciado. Pero depende aún de un okey final del directorio, donde EE UU tiene notable injerencia. ¿Un esfuerzo final de Milei en persona para lograrlo, intentando charlar con Trump? No suena descabellado. En la comitiva oficial estará el ministro de Economía, Luis Caputo.

“Fortalecer la alianza estratégica entre ambas naciones, promover el crecimiento económico, reafirmar los valores democráticos en la región y abordar los temas clave de la agenda bilateral entre Argentina y los Estados Unidos”, son las prioridades que Werthein fijó como explicación de su reunión con Rubio según la gacetilla oficial distribuida por la Cancillería.

Además del nuevo apretón de manos con Trump (una foto más), el Gobierno dice estar interesado en promover un acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos a pesar de las medidas proteccionistas que ejecuta Trump desde que asumió y en medio de una fuerte polémica que genera esa idea en el Mercosur.

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Este viaje será el tercero del mandatario argentino a Estados Unidos desde que comenzó el año, ya que en enero pasado asistió precisamente a la asunción de Trump. El libertario sacó chapa esa vez porque logró que se rompiera la tradición de ese país de no invitar mandatarios extranjeros. Ambos se habían visto antes en un par de ocasiones. La última visita fue en febrero, cuando Milei asistió a la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC).

Antes, en su primer año de gestión, de los 18 viajes al exterior que hizo Milei 7 fueron a Estados Unidos, fiel a su prédica de que, junto con Israel, lo considera su principal aliado internacional.

Una posible audiencia Milei-Trump en la Casa Blanca se habría tratado informalmente el miércoles pasado en un encuentro que mantuvieron en Balcarce 50 el asesor presidencial argentino Santiago Caputo con Barry Bennet, uno de los principales estrategas de Trump, según decían ayer fuentes de la Casa Rosada.

EL DATO DE LA POBREZA

Milei suele mostrar como logros ante la administración norteamericana la contención de la inflación y el recorte del gasto público -alegoría de la motosierra incluida- que hasta ha sido elogiada por Trump. Ahora llegará con el último dato de pobreza del INDEC del segundo semestre del 2024 bajo el brazo, que fue muy celebrado por el Gobierno: 38,1%. Ese número se contrapone con el 41,7 que dejó el último gobierno kirchnerista y que incluso había subido en los primeros meses del ajuste libertario.

Bien a su estilo, ayer Milei usó las redes -básicamente X- para pegarle a economistas y periodistas que no se han deslumbrado con la cifra. Habla del gobierno anterior como “Kuka”.

Dijo por ejemplo que: “Los datos al ser semestrales hacen que las puntas difieran mucho contra el promedio. Así cuando está en alza (fin Kuka) subestima y cuando está en baja (LLA) sobrestima; 2) durante el período Kuka había controles de precios y problemas de desabastecimiento, por lo que los precios de las canastas tenían una doble distorsión: el control y el desabastecimiento y sustitución; 3) dado 1 y 2 el sinceramiento de las variables genera un salto en el costo de la canasta”.
También dijo que es deshonesto intelectualmente hablar del efecto de la devaluación cuando había una brecha en torno al 200% y citó algún detalle técnico más. “Entiendo mucho que la contundencia del dato le duela a los econochantas, a los periodistas ensobrados y por sobre todas las cosas a los políticos que ven el éxito de un programa de tipo liberal con un ajuste fiscal sin precedentes que fue contra la casta”, escribió el Presidente.