Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
La Ciudad |“La lectura debe ser una de las formas de la felicidad”, solía decir

A 125 años del nacimiento de Borges, el autor que dio un gran paso en el Jockey de La Plata

El escritor canónico indiscutido de la literatura argentina marca una fecha en el calendario para celebrar el día del lector

A 125 años del nacimiento de Borges, el autor que dio un gran paso en el Jockey de La Plata

JORGE LUIS BORGES EN SU CASA DEL BARRIO RECOLETA, CON SU GATO BEPPO / SALVADOR SANTORO

Francina Lorenzo
florenzo@eldia.com

24 de Agosto de 2024 | 02:29
Edición impresa

Hoy, 24 de agosto, se conmemora el aniversario del nacimiento de Jorge Luis Borges, una fecha elegida, oportunamente, para festejar el Día del Lector. El escritor, quien valoraba profundamente sus lecturas tanto más que sus propias obras, poseía una pasión literaria que trascendía su autoría.

La voracidad lectora del ilustre argentino era infinita; palabra que le hubiera gustado. Su biblioteca, legado de su abuela inglesa, no solo era un espacio para satisfacer su curiosidad, sino un testimonio palpable de precoz lectura.

El mito del Borges lector se entrelaza con la imagen de sus primeras libros: la traducción al inglés de El Quijote, aquel voluminoso tesoro encuadernado en rojo y adornado con letras doradas de la edición Garnier, la original; no las demás, las españolas, las impostoras.

Nacido en Buenos Aires en 1899, aprendió a leer en inglés antes que en castellano. En 1914, se mudó a Europa con su familia, estableciendo una profunda conexión con el continente que sería crucial en su desarrollo literario. Regresó a Argentina en 1921 y, en 1923, publicó su primer libro de poesía, Fervor de Buenos Aires, poemas de tono íntimo que van descubriendo la ciudad y muestran preocupación por el significado personal de los objetos y los lugares, explorando cómo se teje con la experiencia subjetiva de la memoria, la identidad y la percepción del tiempo.

El Día del Lector festeja la lectura por placer, la única válida, según Borges: “Yo les aconsejaría que leyeran mucho, que no se dejaran asustar por la reputación de los autores, que sigan buscando una felicidad personal, un goce personal. Es el único modo de leer”, dijo en una entrevista realizada en la Biblioteca Nacional en 1979.

Su prolífica obra, que abarca poesía, cuentos y ensayos (y prólogos), lo consolidó como una figura central en la literatura argentina, latinoamericana y, más tarde, mundial, dejando un legado imborrable en el ámbito cultural; y, sin embargo, era un personaje accesible con una simple llamada telefónica.

Mario Vargas Llosa, un ferviente admirador de su trabajo, tuvo su primer encuentro con él durante una conferencia en Argentina. Vargas Llosa quedó impresionado por la forma en que el autor argentino, debido a su timidez, memorizaba sus discursos.

El segundo encuentro fue una entrevista que dejó al público, por suerte, una desafortunada anécdota: “Recuerdo clarísimamente que había una gotera y que nos interrumpía constantemente la conversación. Se me ocurrió en ese artículo, que era muy entrañable y de gran admiración y cariño hacia la figura de Borges, mencionar ese detalle”, cuenta Vargas Llosa.

Por su parte, Borges, con su habitual ironía, comentó a sus amigos que había recibido la visita de un peruano que probablemente trabajaba en una inmobiliaria.

Fue Director de la Biblioteca Nacional de la República Argentina y titular de la cátedra de Literatura Inglesa y Norteamericana en la Universidad de Buenos Aires, pero también fue un Inspector del Mercado de Aves y Huevos, por ciertos desacuerdos políticos.

Su paso por la Biblioteca fue meticulosamente documentada por Laura Rosato y Germán Álvarez. Estos investigadores, empleados del Tesoro y del Archivo Institucional, examinaron a fondo los rastros de Borges en los libros que solía leer y dispersar en el laberinto de estanterías. En su mayoría, se trataba de libros de su propia colección, que Borges dejaba con numerosas anotaciones. El catálogo de estos libros no solo presenta y contextualiza estos elementos, sino que también busca reconstruir su proceso de lectura y sus influencias.

En una de sus entrevistas, el escritor argentino comentaba: “A mí me gusta mucho enseñar, sobre todo porque mientras enseño, estoy aprendiendo”. Poco antes, se había referido a la cátedra como “una de las felicidades que me quedan”. A pesar de ser un anciano ciego que se movía torpemente con su bastón, su presencia era venerada pues siempre traía consigo metáforas y giros sorprendentes.

Hoy, 125 años después, se siguen recorriendo sus páginas. “Leemos a Borges (y vamos a seguir leyéndolo) porque es el mejor de los escritores que leen y el mejor de los lectores que escriben. El lenguaje está íntimamente relacionado con el pensamiento, de ahí que la lectura sea una forma de leer el pensamiento de aquellos que decidieron dejarlo por escrito. Borges nos enseña a ser mejores lectores, lo que implica que terminemos pensando mejor. Como Virgilio para Dante, él es el guía que nos ayuda a transitar a través de esos bosques de símbolos de Baudelaire, que no son otra cosa que la literatura y el pensamiento”, dijo Facundo Oviedo, platense dedicado a las lenguas clásicas y a investigar su obra, invitado a comentar sus poemas en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.

Cual Tiresias, queda claro que Borges, con su mirada en tinieblas, es un lector que hay que (re)leer. Lleno de espejos, laberintos, sueños y mitos clásicos, renueva al público que siempre le pide, aun hoy, más. Y cumple.

Su literatura es infinita. Es decir, para infinitos lectores de infinitos tiempos. Cuchilleros, filósofos, personajes inventados con pretensión de realidad, matemáticos, bárbaros, lingüísticas, Borges, otros; pueden leerse sus cuentos, sus poemas, sus ensayos, sus cuento-ensayos. Ninguno defraudará. Fantásticos, policiales, metafísicos…

Con la curiosidad como motor y la desconfianza incansable sobre el lenguaje, su desleal pero inevitable herramienta, Borges es un escritor que cuestiona y expande los límites. Su obra no solo se caracterizaba por una intrincada red de referencias, erudición, citas y simbolismos, sino también por una constante exploración de la realidad y la ficción, el tiempo y la eternidad, el orden y el caos, y cuestionamientos metafísicos y filosóficos que interpela, a hoy y siempre, a todos.

Borges y La Plata

En 1940, Jorge Luis Borges, reconocido escritor pero extremadamente tímido, dio su primera conferencia pública en La Plata, un evento que marcó el inicio de su carrera como conferencista. Sus amigos, especialmente Pedro Henríquez Ureña, insistieron durante años para que aceptara hablar en público. Finalmente, en el Jockey Club de La Plata, Borges superó su miedo con el consejo de Macedonio Fernández y el evento resultó ser un éxito. Posteriormente, Borges continuó dando conferencias, incluyendo una de sus últimas en La Plata en 1984, ante una gran multitud.

En La Plata, Borges también vivió una historia de amor significativa con Elsa Astete Millán, una joven casi 12 años menor que él. Se conocieron en 1931 y mantuvieron un romance intermitente. Después de muchos años, en 1967, Borges y Elsa se casaron, pero su matrimonio fue breve y problemático, terminando en separación en 1970. Elsa falleció en 2001. A pesar de las dificultades en su vida personal, Borges siempre guardó un profundo afecto por La Plata.

Formó fuertes amistades con el poeta Francisco López Merino y el intelectual dominicano Pedro Henríquez Ureña.

Además, Borges ofreció su primera conferencia pública en 1940, superando su timidez, y se casó con Elsa Astete Millán en un primer matrimonio. Su relación con la ciudad se remonta a 1925, cuando comenzó a asistir a tertulias literarias en la confitería “El Rayo”, junto a escritores locales y porteños.

Su amistad con Henríquez Ureña le permitió entrar en la prestigiosa revista “Sur” y conocer a destacados intelectuales platenses.

A pesar de la importancia de La Plata en su vida, Borges evitó la ciudad durante un tiempo debido al doloroso recuerdo de su amigo López Merino. Sin embargo, su relación con La Plata fue siempre significativa y enriquecedora.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
Multimedia

JORGE LUIS BORGES EN SU CASA DEL BARRIO RECOLETA, CON SU GATO BEPPO / SALVADOR SANTORO

Jorge Luis Borges en la Biblioteca Nacional / web

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$650/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$500/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$500.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $3950.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla