Intensa-Mente: se vuelve a abrir el debate sobre cómo gestionar las emociones

En la trama de la película Intensa-Mente, se muestran las emociones, los pensamientos y los sentimientos, más comunes que afectan la conducta humana, caracterizadas como personajes. Éstos son: la alegría, estado de ánimo que saca lo mejor de la personalidad, llenando a las personas de vitalidad y entusiasmo. Conquistó a su público en la primera entrega de la saga, de 2015. Desde el mes pasado ya se puede ver en la pantalla grande la parte dos de este filme cuya traducción literal de su título en inglés es “Adentro, afuera”. Hay nuevos personajes/emociones que se suman a la vida de Riley, la protagonista, que entre una y otra entrega pasa de ser niña a convertirse en una preadolescente.

Está Vergüenza, un chico torpe que intenta sin éxito esconderse en su sudadera con capucha; está Ennui (“aburrimiento” en francés), flaca como un fideo, que descansa desganada en un sofá; y está Envidia, con sus ojos grandes y anhelantes.

Ilustración @senti.pensamientos

Pero es Ansiedad quien ocupa el centro del escenario, entrando en la mente de Riley con todo su equipaje, literalmente (nada menos que seis maletas). “De acuerdo, ¿cómo puedo ayudar?”, pregunta. “Puedo tomar notas, ir por un café, gestionar tu agenda, pasear a tu perro, llevar tus cosas... ¿verte dormir?”, dice ni bien llega.

Riley es una niña de 11 años de Minnesota que se ve obligada a trasladarse con su familia a San Francisco. La historia sigue su recorrido emocional desde el día en que nace hasta su preadolescencia. “Intensamente” se convierte así en una película que abre el debate sobre los sentires que condicionan el accionar de los chicos y chicas de esa edad y de cómo los padres comprenden y acompañan esas etapas y la ayudan a gestionar sus emociones.

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En la trama de la película se muestran las emociones, los pensamientos y los sentimientos

“Desde una perspectiva psicoanalítica más que de ‘gestionar emociones’ consideramos la importancia de ‘elaborar las vivencias’, entendiendo que los sentimientos no funcionan como entes aislados sino que se encuentran íntimamente relacionados con las vivencias. El único modo de elaborar las vivencias y acontecimientos en la infancia es a través del jugar”, señala la licenciada Bárbara Briguez, psicóloga de infancias y adolescencias, e ilustradora (@senti.pensamientos).

UN MUNDO POR DESCUBRIR

“Fui al cine a ver la película con mi hijo de 9 años y mi hija de 13. A Ambar, que ya es preadolescente, le resonó muchísimo la historia actual de Riley y estuvo varios días hablando de como, en la amistad, por ejemplo se da que a medida que crecemos quizás no tenemos la misma compatibilidad con quienes son nuestras amigas desde el jardín, que es uno de los temas que aborda la peli”, recuerda Carolina (46), docente y socióloga.

“Otra de las cosas que pudo ver mi hija es que sentir vergüenza por algunas cosas que antes no nos habilitaban esa sensación. Es lógico, cuando vamos creciendo, y nuestro nuevo yo ya no encaja tanto con quien veníamos siendo. Estuvo bueno poder verlo en una historia de ficción para después charlarlo en casa”, agrega.

“Al igual que la protagonista de la película ‘Intensa-Mente’, los acontecimientos del afuera van provocando internamente diferentes sentimientos que la van llevando a una necesidad de elaboración, en su caso, de duelo frente a cambios importantes de su ambiente. En tiempos en donde la inmediatez y la civilización de lo instantáneo intenta reinar nuestro modo de vivir, ante las vivencias de las infancias y también las nuestras, resulta inminente poder reflexionar acerca de la importancia de dar lugar a los procesos de elaboración, entendiendo que llevan tiempo, como todo proceso”, sostiene Briguez.

“Necesitamos de una mirada atenta capaz de donar amor y empatía intentando conectar con cada niño y niña desde el juego, entendiendo a su vez que cada niño y niña es diferente. Podemos buscar las formas de generar espacios de diálogo en el caso de niños más grandes, buscar compartir a través de la lectura libros que trabajen temas que reflejen algo de lo que a ese niño le sucede, como por ejemplo el libro ‘Un hueco’, de Yael Frankel para hablar de la angustia o ‘Emily en el país de la mufa’, de Okis y Hohn para encontrar modos de tramitar el enojo”, añade la licenciada.

La posibilidad de verse reflejado en un personaje de ficción y de crear una ficción a través del juego posibilita transformar algo de esa experiencia.

“En este sentido, incluso en niños más pequeños, los animales salvajes y domésticos permiten comprender y poner en juego estas diferentes “intensidades” que nos habitan. Jugar a crear un personaje como podría ser un león para elaborar los sentimientos más agresivos, permite dar lugar a estos sentimientos que al ingresar a las coordenadas lúdicas se pueden tramitar y a su vez extraer el placer del encuentro compartido a través del juego. La ficción posibilita la multiplicidad de relatos... Un león muy enojado puede ser muy valiente a su vez, o por lo contrario, sentir miedo. Ahí se encuentra la magia espontánea del juego que no puede ni debe ser calculada de antemano para funcionar como tal”, comenta Briguez.

“Siendo seres sociales, que nos constituimos gracias a la presencia de los otros, en la infancia no hay comprensión de los sentimientos ni transformación posible si no es a través de la presencia de los adultos en tanto refugio de amor y del juego que funciona como puente mediador ante el encuentro con ellos”, subraya la experta.

Bárbara Briguez, psicóloga de infancias y adolescencias / Web

ANSIEDAD Y SU ROL PROTAGÓNICO

Un poco de ansiedad puede ser útil, dicen los expertos, pero esta emoción se ha salido de control en la vida de muchos jóvenes, sobre todo en los últimos años. La lucha de Riley es emblemática: para Kelsey Mann, la directora, la película se convirtió en una oportunidad para ayudar a espectadores de todas las edades a sentirse menos solos.

“Una gran parte de lidiar con nuestras emociones es de verdad ponerles nombre”, dijo al periódico The New York Times en una entrevista reciente. “Y de repente, cuando se reconocen y se ven, la intensidad empieza a bajar un poco”.

En la película, la ansiedad puede ser... mucha. Pero al final transmite unas cuantas lecciones poderosas: experimentar algo de ansiedad es normal, nuestros defectos simplemente forman parte de quienes somos y todas nuestras experiencias emocionales son una parte importante de nuestra identidad.

Incluso las emociones incómodas son naturales y necesarias. “Nos ayudan a mantenernos a salvo. Ayudan a guiarnos”, sostienen los expertos.

Cuando Ansiedad se descarrila, expulsando a Alegría y a las demás emociones básicas y proyectando escenarios desastrosos, es cuando Riley se siente abrumada.

Según Mann, Ansiedad siempre tuvo que ser la antagonista de la película, pero en los primeros borradores del guión, el personaje parecía “casi un boceto de villano”. “No era muy simpática. Y yo no entendía por qué hacía lo que hacía”, dijo.

Así que indagó en la investigación científica y habló con un experto en la ciencia de las emociones y profesor de psicología, quien también trabajó en la primera película. Finalmente, el equipo de Mann decidió que Ansiedad estaba motivada por el amor a Riley, al igual que Alegría.

La versión final de Ansiedad es sobre todo entrañable y sincera: quiere ayudar. Su trabajo, tal y como ella lo ve, es planificar el futuro y proteger a Riley “de las cosas terroríficas que no puede ver”. A medida que su personalidad iba tomando forma, los realizadores inyectaron un poco de extravagancia a la apariencia de Ansiedad.

El tema del perfeccionismo está presente en toda la película, y es el motor de gran parte de la ansiedad de Riley. A veces es increíblemente dura consigo misma, luchando por conciliar las características opuestas que existen en su interior: es amable y también egoísta. Es valiente, pero también se asusta.

A menudo pensamos en nosotros mismos “de una manera o de otra; Pero somos muchas cosas”, añaden los expertos en psicología y la película anima a los adolescentes a aceptar esa idea.