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La Ciudad |IMPRESIONES - Ocurrencias

Una princesa retocada

Una princesa retocada

Alejandro Castañeda
Alejandro Castañeda

17 de Marzo de 2024 | 05:33
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Esta semana, la foto trucada de la princesa de Gales con sus hijos, desmintió aquello de que una imagen vale más que mil palabras. El retrato familiar, tan borroneado, deja en suspenso una incertidumbre perturbadora sobre la salud de Kate Middleton. Evidentemente, si fue necesario usar una imagen vieja para dar cuenta de cómo está hoy, es porque la foto verdadera devolvía una princesa por lo menos desmejorada, que -mujer al fin- necesita hermosear y sanar su geografía hasta el último día.

El culto a la evidencia quedó arrumbado por una princesa ansiosa por dar falsas pruebas. Como en algunos films policiales, lo más elocuente de esta foto es lo que no se ve e invita a ser imaginado.

¿Cuál es la verdad? Esta es una época donde no sólo las fotos se manipulan. Ilusiones, encuestas, mediciones pasan diariamente bajo el implacable maquillaje de un photoshop menos frívolo que acomoda las cosas para que el espejo devuelva, a unos y otros, un retrato mejorado.

Es curioso. Pero mientras los gobernantes revisan el pasado para confirmar o desmentir a propios y extraños, al mismo tiempo se maquilla constantemente el presente para que no haya demasiadas certezas. El photoshop entonces es el componente esencial de una civilización que ha ido reacomodando su fisonomía y que se la pasa corrigiendo imágenes y contenidos para procurarse alivios y ventajas. Todos se esmeran en poder ajustar las sensaciones al formato deseado. La consigna es excavar donde sea y maquillar lo que haga falta para lucir mejor. Las encuestas, las mediciones y hasta los voceros oficiales se encargan diariamente de torcer las certezas y acomodar datos y sucesos a la necesidad del que manda. Aunque la realidad es porfiada y termine siempre corrigiendo falsas esperanzas.

El photoshop nació en el 90. La cirugía era entonces el único aliado para disimular los rostros gastados por los años. Pero el mundo virtual necesitaba de algún agente reparador que asegurara retoques salvadores. No nos quitaba años, pero al menos eliminaba arrugas. La aplicación fue ganando en importancia. Los actores lo reclamaron, las modelos lo endiosaron y los políticos lo aprovecharon. En una civilización que rinde culto a la imagen, los defectos se fueron de vacaciones y la apariencia se fue ajustando a gusto de un cliente que desdeña lo verídico.

Así acabamos siendo una generación de pequeños falsearios que nos asomamos con más cautela que inocencia a un mundo donde la astucia va alterando constantemente los hechos. El pasado hoy se expresa según quien lo desentierre. Todos necesitamos también retocarnos para disimular derrotas. Es difícil vivir en un presente que es demoledor para algunos y auspicioso para otros. La historia criolla está llena de salvadores que prometen un mañana inmejorable y de a poco se van transformando en patriotas corruptibles. Nunca fue fácil orientarse en un territorio con señales tan inciertas y repetidas.

La foto que lanzó el palacio de Buckingham fue un papelón. Recientemente operada de una dolencia sobre la que no se ha dado información oficial, Kate se refugió desde diciembre en una suite de silencio y aislamiento. Todo se mantuvo en secreto. Pero la idea de mostrarse en familia, en estado de dulzura, después de andar tan oculta, solo sirvió para agrandar las sospechas. El retrato es tan engañador que ella pidió perdón por esta artimaña innecesaria y falaz. Y seguramente mandó al foso a este retocador chapucero. Hay dolencias que no permiten maquillajes intrusos. Todos aprendimos a dudar de lo que se escucha, pero ahora Kate nos enseñó a desconfiar de lo que se ve. La princesa decidió falsificar una foto para mostrar una convalecencia presentable. El truco, tan mal ejecutado, generó un vendaval de suspicacias. El photoshop no sólo está para halagar coqueterías, también se lo usa, como en este caso, para acicalar un pos operatorio cargado de rumores y dudas. A príncipes o plebeyos, la vida siempre nos exigirá mejorar lo que mostramos. En este país, más manoseado que retocado, nos vendría bien contar con un photoshop que logre maquillar un poco esta actualidad tan insegura y carísima.

La princesa de Gales se refugió desde diciembre en una suite de silencio y aislamiento

Nos vendría bien un photoshop que logre maquillar un poco esta actualidad tan insegura y carísima

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