Etcheverry, una lesión dolorosa e inoportuna

Tomás Etcheverry tuvo un buen arranque de la temporada tenística. En el Australia Open, el primer Grand Slam del año, llegó a los cuartos de final donde cayó con Novak Djokovic, el número uno del mundo, después de dejar en el camino a Andy Murray y Gael Monfils.

Es cierto no jugó bien su partido en la serie de Copa Davis frente a Kazajistán y se aspiraba a que podía dar mucho más en el Córdoba Open, donde quedó eliminado en cuartos frente a Federico Coria en dos sets.

Aunque cambió el “chip” para el Argentina Open. Debutó con un triunfo contra el siempre complicado español Roberto Carballés Baena (6-4 y 6-1); mientras que después se sacó de encima al colombiano Daniel Galán (6-3 y 6-0).

En cuartos de final tenía el desafío de enfrentar a Nicolás Jarry. Tomy llegaba a este partido desplegando un tenis de alto vuelo con saque potente y mostrando una tendencia de subir a la red con alta efectividad en los puntos en esa zona.

Era el partido que cerraba la jornada del viernes en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Etcheverry se le plantó a Jarry y se llevó el primer set (6-4) ante el delirio de un público enfervorizado.

Cuando estaba 1 a 1, en el segundo parcial, Etcheverry trató de llegar a un pelotazo de Jarry en el fondo de la cancha. El esfuerzo fue semejante que enseguida se dibujó en su rostro un síntoma de dolor. Concluido el game pidió asistencia médica. El fisioterapeuta lo llevó hasta vestuario. Le aplicó un vendaje sobre el muslo derecho.

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Tomy habló con sus box donde se encontraba el entrenador Waly Grinovero. Algo no estaba bien lo que se observó cuando saltó a la cancha. No tenía forma de desplazarse, pero se bancó el partido con un enorme amor propio teniendo la posibilidad de ganar el set y llevarse el pase a semifinales donde ya tenía un lugar Carlos Alcaraz.

Jarry terminó ganando ese segundo set 7-5. No tenía sentido seguir como consecuencia de la lesión. Volvió a hablar con sus colaborares y determinaron el retiro. El chileno había pedido “toilet break” y cuando regresó a la cancha se encontró con que no continuaba su rival.

Tomy se fue llorando. El publico, entre los que se encontraba Gaby Sabatini, lo despidió con un aplauso cerrado por premio a todo el esfuerzo que había brindado el platense. “Sintió un pinchazo, mañana le haremos estudios” fue lo que dijo una fuente cercana al jugador.

Pasado el mediodía del sábado llegó la peor noticia. Los resultados de los estudios arrojaron que Etcheverry se había desgarrado. Pocas horas después el mismo tenista saldría a confirmarlo por las redes sociales y que además le ida a demandar un largo tiempo de inactividad.

Tomy sufrió la ruptura fibrilar en el músculo semimembranoso (pertenece al grupo de los isquiotibiales) de la pierna derecha, que cumple la función es extender la cadera y flexionar la rodilla.

El platense tendrá por lo menos seis semanas de reputación. Este parate le demandará perder por lo menos 150 puntos en el ranking ante la ausencia del ATP 500 de Río de Janeiro, el Open Santiago de Chile (fue finalista), el M1000 de Indian Wells y casi seguramente también en el de Miami.

Etcheverry se pierde todo el resto de la gira de polvo de ladrillo por nuestro continente con lo saldrá del Top 20 -se encuentra en el puesto 27 del ranking mundial en la actualidad-, ya que podría caer hasta la ubicación 32. Una lesión dolorosa e inoportuna por el lado que se lo mire teniendo en cuenta el nivel ascendente que había mostrado Tomy.