Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Séptimo Día |INFLUENCIAS DEL CINE NEGRO

El arte sublevado en la esquina de 19 y 50

Una muestra instalada en el Centro Cultural Malvinas. Dibujos y esculturas del artista platense J. J. Marcucci. La herencia del Di Tella

El arte sublevado en la esquina de 19 y 50

La escultura de Robert Mitchum / Romina Piaggio

MARCELO ORTALE
Por MARCELO ORTALE

27 de Octubre de 2024 | 06:07
Edición impresa

La figura de un pájaro con una cara humana en lugar del pico. Un dragón cruel y terrorífico (“que representa a Inglaterra” dice el autor), en cuyo tórax muestra lo que parecen ser costillas, pero que en realidad reflejan el mapa las islas Malvinas. Un busto con el rostro siempre impasible del icónico actor Robert Mitchum. Dibujos hechos con pastel a la tiza, con trazos que traen reminiscencias de célebres pintores clásicos y, al lado, obras actuales como extraídas de una película de los hermanos Cohen. Y toda la exposición montada en una suerte de living, con sillones, lámparas y alfombras convencionales, con el suelo cubierto de hojas de plátanos o tilos, recogidas en las veredas y plazas de La Plata en el otoño pasado.

Es parte de la muestra que presenta en estos días en el Centro Cultural Malvinas el pintor y escultor platense Jorge Juan Manuel Marcucci (1989-), que ahora vive en Buenos Aires, en donde –lo sabe bien- se deben y tienen que dar las grandes peleas por el reconocimiento.

El artista platense J. J. Marcucci / Helen Zout

Marcucci fue durante años un “ghost-artist”, es decir un artista fantasma que trabajó en el anonimato para artistas argentinos, solo para ganarse la vida y que lo hizo en nuestro país y también en Alemania, Turquía, Inglaterra y China.

Como todo principiante, fue un francotirador aislado. Pero ahora no está solo y dice que lo acompaña un equipo integrado por la curadora Elena Migliore, el productor Pablo Florio con asistencia en producción y montaje de Simón Suárez, diseñador sonoro Tomás M. Marcucci (su hermano menor), Pierina Lategola (arte de ventanas y diseño gráfico), textos curatorial de Juan Mendoza Zelis (Trazante) y, para esta muestra, fotografía de obras a cargo de Romina Piaggio.

“El arte es una vía de escape, pero siempre te encontrás en la vida con cuestiones peligrosas que tenés que enfrentar” dice.

Lo que está exhibiendo Marcucci es lo que se denomina una “instalación artística”, es decir la continuidad de un género de arte contemporáneo que surgió en la Argentina en la década del 60 como un movimiento experimental de arte, impulsado por artistas de la valía de Marta Minujín, Dalila Puzzovio, Antonio Berni, Jorge de la Vega, Juan Carlos Distéfano, León Ferrari, Gyula Kosice, Julio Le Parc, Luis Wells, Rubén Santantonín, Marilú Marini, Nacha Guevara y Les Luthiers, entre muchos otros. Todos ellos comandados en el Instituto Di Tella por ese faro cultural que fue Jorge Romero Brest.

Un pájaro con rostro humano / Romina Piaggio

Pero Marcucci no se quedó en eso, sino que dio una vuelta más de tuerca, incorporando no sólo las influencias de esos artistas sino también muchos destellos de dibujantes y pintores clásicos como Goya o Van Gogh, así como también rasgos que extrae de las historietas, los comics, el cine y el teatro actuales. Y así como también asoma en cada una de sus obras la terrible realidad del mundo con la guerra instalada entre nosotros.

La muestra que es gratis y se ve muy visitada, se realiza en la sala del complejo Malvinas que da sobre 19 y 50. Se trata exactamente de la misma dependencia en la que en 1930 estuvo varios días preso y convaleciente –antes de ser enviado para su detención a la isla Martín García- el presidente Hipólito Yrigoyen, derrocado por el golpe militar de Uriburu.

RECORRIDA

Se ve de pronto la figura de una madre que tiene a su hijo muerto en brazos. Muerto probablemente por un dron o un misil. “Ellá está con la cara totalmente cubierta por un paño y el hijo envuelto por una sábana blanca. Es como La Piedad, pero de nuestra época, como una Piedad del siglo XXI”, dice Marcucci, al recorrer sus dibujos y esculturas.

Hay nueve dibujos de 1,50 por un metro hechos con pastel a la tiza, en blanco y negro, con tonalidades sepias”. Los mancho con té y cerveza, con un spray Los dibujos tienen mucho de Goya y mucho también del cine negro”. En uno de ellos un hombre acuchilla desde atrás a otro y los dos tienen la misma cara. “Sí, si...-dice- es como una alusión al suicidio”.

Hay también en la sala seis “islas escultóricas”. Se trata de figuras algunas grandes, otras casi minúsculas, hechas con epoxi o masilla de dos componentes. ¿De dónde le viene el gene artístico a Marcucci? “Soy hijo de un abogado y de una madre que fue periodista de Clarín”. Por allí no le vendría la vocación, aunque recuerda que de chico vio a su padre dibujar, Sus hermanos también son artistas: un hermano menor es músico y la mayor vive en Francia hace años y es poeta.

Hace pocos días la siempre vigente Minujín dijo que el arte está por encima de las leyes humanas, más allá de la realidad económica y de todo orden de la realidad. “Yo la admiro, pero no comparto esa idea. Lo artístico está inmerso en lo real y puede servir para modificar la vida”.

¿A quién más admira? “Al novelista Raymond Chandler, sobre todo por su creación del famoso detective privado Philip Marlowe. Al pintor británico a Wlliam Blake, porque hay algo en sus pinturas que representan volúmenes escultóricos. El tuvo una sensibilidad de paria y terminó siendo fundacional de la cultura. Estoy obsesionado por sus pinturas y también con sus poemas”.

El Dragón con las Malvinas en el tórax / Romina Piaggio

También mencionó una vez más a Goya y al pintor noruego Eduard Munch (cambiaba sus cuadros por zapatos, no fue reconocido y hoy una de sus obras acaba de venderse por 120 millones de dólares.

Marcucci dijo asimismo admirar al caricaturista Hermanegildo Sabat, al maestro historietista argentino Oswal (Osvaldo Viola) y al marplatense Matías Duville (1974) que trabaja con videos e instalaciones artísticas, además de dibujos.

El arte verdadero y, a la vez, doloroso, tiende siempre a sublevarse y por eso parece prepotente. Eso es algo de lo que se siente en estos días, al recorrer la instalación artística de Marcucci.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$650/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$500/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$500.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $3950.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla