El Lobo sacó pecho y trajo un triunfazo de La Paternal

Fue una tremenda victoria del Lobo. Casi para ponerle mayúsculas. Porque se sobrepuso a las ausencias y las derrotas, aguantó de pie los empates del local y terminó como un buen boxeador: con una piña de nocaut que fue el gol de Mammini y justificando el triunfo con un final bien entero para el equipo juvenil de Chirola.

Es buen equipo Argentinos Juniors y salió dispuesto a demostrar su buen manejo de pelota más allá del mix entre titulares y suplentes que dispuso Gabriel Milito. Gimnasia, con un 4-1-4-1 bien comprimido, trató de no desesperarse ante el control del juego del Bicho.

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Se acercó el Lobo con un centro de Bautista Barros Schelotto que no alcanzó a conectar Ivo Mammini. En la contra, marcó mal Gimnasia y Gabriel Ávalos se fue solo contra Durso, que achicó bien y obligó al delantero a jugarla al medio para el rechazo de Barros Schelotto.

Cuando iban 8 minutos, una infracción sobre Ivo Mammini le sirvió a Alan Lescano un tiro libre bárbaro en la puerta del área. Y el Pupi homenajeó a Diego en su casa y colgó la pelota del ángulo superior izquierdo para el 1 a 0 tripero. Un golazo.

Más allá de que el local lo fue a buscar desde el juego de Federico Redondo y Matías Vera en el centro del campo, el Lobo fue inteligente para achicar los espacios y recuperar la pelota. Una recuperación por la derecha de Franco Soldano terminó otra vez con Alan Lescano cerca de Lanzillotta, aunque el centro no alcanzó a prosperar. En un partido de ida y vuelta, Gimnasia afrontó el partido sin inhibiciones, sin que le pesen las derrotas y las ausencias.

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Cuando el Lobo era solidario, porque siempre aparecía una cabeza o una pierna para rechazar, un centro desde la izquierda dejó solo a Leonardo Heredia y aunque Durso tapó la pelota, Heredia alcanzó a empujar la pelota al gol casi desde el suelo. Iban 20 minutos y el 1 a 1 parecía un baldazo de agua helada para el Lobo.

Sin embargo, el Pupi Lescano, iluminado en su gran noche, agarró de aire un rebote y puso la pelota lejos del alcance del arquero para poner arriba a Gimnasia, ahora 2 a 1.

En un primer tiempo sin tregua, Tomás Durso le sacó por arriba del travesaño un tiro libre bárbaro de Francisco González Metilli. Fueron muy buenos minutos de ambos equipos, aún en las diferencias en cuanto a las características de cada uno.

Tomás Durso le tapó un cabezazo impresionante al paraguayo Ávalos, imparable de alto. El rebote le quedó a González Metilli, cuyo remate pegó en el travesaño. Enseguida, pagó Durso en una pelota larga y cerró justo Barros Schelotto para evitar la igualdad.

Cerca del final del primer tiempo, un disparo de Nicolás Colazo dio en el brazo no extendido de Miguel Torrén. Hernán Mastrángelo cobró penal, pero llamó Fernando Espinoza desde el VAR y anuló la decisión.

El final de la primera etapa encontró a un Tripero aguantando las embestidas del Bicho, que lo llenó de centros para un inalcanzable Ávalos.

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En el complemento, el Bicho fue a la yugular del Lobo. El palo lo salvó ante una entrada del uruguayo Javier. Cabrera por la derecha. El equipo de Milito hacía ancho el campo, con un constante 2-1 contra los laterales triperos que no daban abasto para contener al malón.

Gimnasia quedó obligado a aguantar...y no lo aguantó. A los 12 del segundo tiempo Federico Redondo marcó el 2 a 2, cuando Chirola trataba de contener el vendaval con el ingreso de Steimbach por Colazo.

Lo tuvo Cabrera, que lo quiso fusilar a Durso y la tiró muy alta. Cómo en Bogotá, Gimnasia quedó muy atrás, sin poder tener la pelota. Sin embargo, en una jugada aislada, Ivo Mammini cumplió el sueño de su vida con su primer grito en primera, con un cabezazo bárbaro tras el centro de Soldano para el 3 a 2.

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Gimnasia juntó más las líneas y Argentinos pareció desmoralizarse. Lescano casi le pone el broche de oro a su gran actuación con una definición por arriba del arquero tras pelear la pelota, ganarla y definir con exquisitez pero sin fuerza. Villalba salió en la línea. Y después lo tuvo Barros Schelotto de cabeza tras un corner de Lescano.

En el toma y daca final, siempre apareció un tripero solidario para rechazar. Y Franco Torres casi lo liquida de contra y Lanzillotta tapó con un pie.

Cerca del final, tras una decisión errada de Lescano que no lo vio a Torres, Redondo se perdió el empate y Durso se quedó con un balón de oro. Pero había más: Franco Torres se la jugó solo con un pie a pie, se metió por el medio y liquidó el partido con un 4 a 2 para el delirio de todo Gimnasia, que festejó con locura su primera victoria de visitante. Cuando más la necesitaba.