Falsas promesas: gobiernos desatienden el cambio climático

En medio de la creciente preocupación por las consecuencias del calentamiento global, las naciones parecen avanzar tímidamente hacia la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, según un reciente informe de las Naciones Unidas. Este estudio, lanzado el martes, se suma a una serie de evaluaciones sombrías que subrayan la insuficiencia de los esfuerzos globales para contener el calentamiento dentro de límites seguros.

Simon Stiell, secretario ejecutivo de la agencia de la ONU para el cambio climático, expresó que los gobiernos están dando solo “pequeños pasos” para abordar la crisis climática, enfatizando la necesidad de medidas más audaces. El informe señala la crítica situación en la que se encuentra Arabia Saudita, uno de los principales productores de petróleo del mundo. Investigadores sauditas advierten de una “crisis existencial” que afectaría los suministros de alimentos y agua, así como la salud de los peregrinos durante el Hajj, si las temperaturas globales aumentan 3 grados Celsius.

En un contexto mundial, las negociaciones de la ONU sobre el clima, que comenzarán el 30 de noviembre en Dubai, son cruciales. Diplomáticos de casi 200 países se reunirán para elaborar un plan destinado a acelerar la transición global lejos de los combustibles fósiles, una tarea cada vez más urgente dada la velocidad a la que el cambio climático avanza.

La contaminación agrava el calentamiento global que se sentirá este verano con el aumento de la temperatura / Pexels

El informe de octubre revela que Estados Unidos, en su Evaluación Nacional del Clima, reconoce la amenaza inminente del cambio climático para diversos aspectos de la vida, indicando que es demasiado tarde para evitar que muchos daños empeoren en la próxima década. Además, un exhaustivo estudio internacional publicado en la revista médica The Lancet destaca los crecientes riesgos para la salud debido al cambio climático.

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El papel crucial de los bosques en la captura de carbono se destaca en otro estudio, que sugiere que la restauración de los bosques globales podría capturar significativas cantidades de carbono, siempre y cuando se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, estos esfuerzos, aunque importantes, parecen insuficientes para contrarrestar el rápido derretimiento de glaciares y plataformas de hielo en Groenlandia, según dos estudios separados.

MALAS CALIFICACIONES

El boletín de calificaciones de las Naciones Unidas, publicado el martes, revela una perspectiva preocupante: si los países cumplen sus promesas actuales para frenar el calentamiento global, las emisiones globales aumentarán un 9% para 2030. Aunque esto representa una mejora con respecto al año pasado, va en contra del consenso científico, que aboga por una reducción del 50% para 2030.

António Guterres, secretario general de la ONU, declaró que el mundo no está logrando controlar la crisis climática. Mientras la temperatura global actual supera en 1,1 grados centígrados los niveles preindustriales, el informe sugiere que, si se cumplen las actuales promesas climáticas, podríamos llegar a un aumento de 2,8 grados.

Un informe adicional destaca el progreso en las ventas de automóviles eléctricos como un aspecto positivo en la lucha contra el cambio climático, pero señala que otros indicadores, como la transición del sector eléctrico y la eficiencia energética en los edificios, están lejos de alcanzar los objetivos de limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius. Además, los subsidios gubernamentales a los combustibles fósiles aumentaron el año pasado, revelando una dirección preocupante en la política energética global.

La pérdida de bosques tropicales equivalió a perder 11 campos de fútbol de bosque por minuto

Con las conversaciones climáticas de la ONU a la vuelta de la esquina, los líderes mundiales se enfrentan a un desafío monumental para abordar de manera efectiva el cambio climático y alejarse de la dependencia de los combustibles fósiles.

En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, los líderes de las naciones han proclamado audaces promesas para proteger nuestro planeta. Sin embargo, la brecha entre las palabras y las acciones a menudo es tan vasta como un océano. Vamos a explorar algunas de las promesas climáticas más destacadas y cómo se han traducido en la realidad.

Hace un par de años, líderes de todo el mundo se reunieron en una cumbre climática de la ONU en Escocia con un compromiso unánime: adoptar medidas contundentes para abordar el calentamiento global. Se hicieron promesas audaces, desde poner fin a la deforestación en la próxima década hasta la reducción de las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero. Sin embargo, en la actualidad, estos compromisos anunciados con gran fanfarria están lejos de cumplirse, incluso en medio de los crecientes impactos del cambio climático a nivel mundial.

Vista de la pasarela para visitantes de las Cataratas del Iguazú, que fue destruida por la fuerte corriente del río en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, el 30 de octubre de 2023 / AFP

A pesar de los llamativos compromisos, la deforestación persiste a un ritmo alarmante, empujando a la selva amazónica hacia un punto crítico. Los niveles récord de metano en la atmósfera continúan su ascenso, y el planeta ha experimentado los 12 meses más calurosos de la era moderna, posiblemente los más cálidos en los últimos 125.000 años.

La fatiga climática se apodera de algunos defensores del medio ambiente, agotados por la aparentemente interminable cadena de anuncios impactantes en las reuniones anuales sobre el clima de las Naciones Unidas. Estos defensores están presionando a los negociadores que se reunirán en la próxima cumbre en Dubai este mes, exigiendo acciones tangibles para respaldar las promesas, o corren el riesgo de minar la credibilidad de las conversaciones.

LA GRAN DEUDA

En la cumbre de 2021 en Glasgow, más de 140 países, representando más del 85 por ciento de los bosques mundiales, prometieron detener y revertir la deforestación para 2030. Grandes naciones forestales como Brasil, Indonesia y la República Democrática del Congo estaban entre los signatarios. Sin embargo, países como Bolivia y Venezuela, que también albergan selvas tropicales, aún no se han sumado.

A pesar de los compromisos, la deforestación persiste a un ritmo alarmante

El reconocimiento de la función crucial de los árboles en la lucha contra el cambio climático, al almacenar grandes cantidades de dióxido de carbono, fue un punto clave en esta declaración. Cuando los árboles son talados o se queman, liberan este carbono a la atmósfera.

Este escenario se repite con mayor frecuencia. Según datos de la Universidad de Maryland y Global Forest Watch, los trópicos perdieron un 10 por ciento más de selva tropical antigua en 2022 que en 2021. La pérdida de bosques tropicales antiguos el año pasado equivalió a perder 11 campos de fútbol de bosque por minuto, generando 2,7 gigatoneladas métricas de emisiones de carbono, equiparables a las emisiones anuales de la India provenientes de la quema de combustibles fósiles.

“Mientras las pérdidas de bosques aumentan en muchos lugares, no estamos viendo las disminuciones anuales necesarias del 10 por ciento para alcanzar cero para 2030”, advierte Mikaela Weisse, directora de Global Forest Watch.

No obstante, se destacan noticias positivas en medio de estos desafíos. La deforestación está disminuyendo en Brasil bajo la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha hecho de la lucha contra el cambio climático una de las prioridades del país. La pérdida de bosques en la Amazonia brasileña alcanzó su nivel más bajo en cinco años entre agosto de 2022 y julio de 2023, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales.

En la cumbre de Glasgow, más de 100 países también se comprometieron a reducir las emisiones de metano en un 30 por ciento para finales de la década. Aunque el número de países firmantes ha aumentado a 150, China, India y Rusia, tres de los mayores emisores de metano, han rechazado unirse. Además, los niveles de metano en la atmósfera siguen en aumento, registrando el cuarto aumento anual más significativo desde que se iniciaron las mediciones en 1983.

Una mujer, CON SU bicicleta EN una calle inundada por las fuertes lluvias de UN tifón en China / AFP

La Administración Biden en Estados Unidos ha buscado abordar las fugas de la industria del petróleo y gas, pero la falta de participación de China, el mayor emisor de metano del mundo, plantea desafíos significativos.

En el próximo encuentro en Dubai, la gran incógnita es si las conversaciones de la ONU sobre el clima están realmente dando resultados. Aunque algunos critican la falta de cumplimiento de las promesas, otros argumentan que estas reuniones han estimulado esfuerzos más ambiciosos de los países, incluso si estos esfuerzos aún no son suficientes.

Además de los compromisos relacionados con los bosques y el metano, 34 países se comprometieron en Glasgow a dejar de financiar proyectos internacionales de combustibles fósiles para finales de 2022. Sin embargo, Estados Unidos, Italia y Alemania han violado este compromiso, continuando la financiación de proyectos de petróleo, gas y carbón en el extranjero, según un análisis del grupo de defensa del clima Oil Change International.

La esperanza persiste entre los defensores del clima de que en la cumbre climática de Dubai más países se unan a la declaración forestal y al Compromiso Global sobre el Metano, y que respalden sus compromisos con acciones concretas. La urgencia de pasar de las promesas a la acción efectiva es cada vez más evidente, ya que el tiempo para abordar el cambio climático se agota rápidamente.

Argentina ratificó varios convenios internacionales sobre sustancias y productos químicos

LOS ACUERDOS

El Acuerdo de París, adoptado en 2015, fue un hito histórico. Los países se comprometieron a limitar el calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, muchos de los mayores emisores de gases de efecto invernadero aún no han tomado medidas suficientes para cumplir con sus objetivos. Las emisiones siguen aumentando, y la urgencia de la acción climática se vuelve más apremiante.

Argentina ha ratificado varios convenios internacionales sobre sustancias y productos químicos, como el Convenio de Basilea y el Convenio de Estocolmo. Estos acuerdos buscan regular el comercio de sustancias peligrosas y contaminantes orgánicos persistentes. Sin embargo, la falta de información y la debilidad en los marcos normativos y de control han permitido la importación y uso de sustancias prohibidas o reguladas en los países industrializados. ¿Están los países cumpliendo verdaderamente con estas regulaciones?

Argentina también participa en el SAICM, un marco no vinculante para la gestión racional de productos químicos. Aunque es un paso en la dirección correcta, ¿es suficiente? ¿Están los países tomando medidas concretas para proteger la salud humana y el medio ambiente de los riesgos químicos?

La Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) han sido criticados por socavar las obligaciones medioambientales de los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente. ¿Cómo podemos garantizar que el comercio internacional no comprometa nuestros esfuerzos climáticos?

Argentina ha desarrollado el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático al 2030. Este plan busca limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptar a las comunidades vulnerables. Pero, ¿se están implementando las medidas de manera efectiva? ¿O son solo palabras en papel?

En conclusión, las promesas climáticas audaces son un primer paso vital, pero la verdadera acción es lo que cuenta. Los países deben cumplir con sus compromisos, y nosotros, como ciudadanos globales, debemos exigir responsabilidad. El reloj del cambio climático sigue avanzando, y no hay tiempo que perder.

Activistas climáticos marchan durante una manifestación por el clima y la justicia, en Amsterdam / AFP