“Laponia”: la culpa es de Papá Noel

La verdad, la mentira, las tradiciones familiares y la idiosincrasia de dos países tan lejanos como Argentina y Finlandia se ponen en tensión en “Laponia”, uno de los grandes sucesos de la cartelera porteña que llega a La Plata.

Escrita por Cristina Clemente y Marc Angelet, dirigida por Nelson Valente (“El loco y la camisa”) y protagonizada por Jorge Suárez, Laura Oliva, Héctor Díaz y Paula Ransenberg, presenta una celebración familiar navideña en la que todo estalla por el aire.

Mónica, Germán y su hijo de cinco años Martín viajan a Finlandia para pasar las fiestas de Navidad: allí los recibe la hermana de Mónica, Ana, su compañero finlandés, Olavi, y la hija de los dos, Aina, de cuatro años. Cuando los cuatro se reúnen para celebrar en el paraíso de las auroras boreales, un detonante se activa y la tensión y las cuentas pendientes salen a relucir: “Papá Noel no existe, son los padres”, le dice la niña finlandesa al primito argentino y se desata la guerra.

“Se destapa una olla en la que aparecen un montón de inquietudes, preguntas, que tienen que ver con la mentira y la verdad; con la ilusión y la magia y hasta dónde tiene sentido cultivarla; hasta dónde es una costumbre mercantilista y hasta dónde tiene que ver con algo cultural y emocional por todo lo que implica”, manifestó Jorge Suárez, en diálogo con EL DIA, en relación a las claves de la pieza que se ofrecerá este jueves en el Coliseo.

Para el intérprete, se trata de una “verdadera comedia dramática”, una de esas obras que tienen todos los elementos para “pasarla bárbaro y divertirte” pero que también incluye situaciones “ocurrentes” que esconden “críticas a lo social y a lo cultural” detrás del “gran choque de ideas y sensaciones que propone”.

Interpretar a Olavi -un finlandés que conoció el dolor de chico pero que pudo reinventarse y formar una familia con una argentina- es una experiencia que lo pone “muy en el borde de varias cosas”, según reconoció.

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Desde la interpretación, Suárez definió a su personaje como “muy jugado, habla y se comporta de manera diferente, tiene otra cultura, otra educación, otras formas de ver la vida, de ver las cosas y tiene, por sobre todo, una visión de la Argentina muy particular”. Una visión que no es muy amable sino por el contrario.

“Son críticas duras al comportamiento argentino”, reveló Suárez sobre una mirada externa con la que se busca destacar lo interno. “El que hace una buena lectura de la obra sabe que lo que estamos haciendo es realzar los valores argentinos, todo lo que somos, todo lo que tenemos de bueno, todo lo que vale lo que tenemos, que es muchísimo. Y no estoy hablando necesariamente del campo o del petróleo: habla de lo que somos como personas”, remarcó.

Suárez y Ransenberg son Olavi y Ana y viven en Laponia

Para el intérprete, su personaje sirve para abrir algunos ojos porque “a veces se nos va la mano criticándonos a nosotros mismos. Somos gente muy valiosa, muy linda, muy dada, muy solidaria, con grandes talentos en la ciencia, en la física, en la escritura, en la poesía, en el arte”, y a veces sólo hay que permitirse mirar un poco mejor, sin tanto prejuicio.

Aunque alguna vez estuvo en Finlandia -en los 90 encaró una extensa gira con “El acompañamiento” y ofrecieron funciones allá-, Suárez confesó, entre risas, que para él Laponia era “una marca de helados”. Sin embargo, cuando empezó a empaparse, se maravilló.

Laponia, la zona más septentrional de Finlandia, es donde “ocurre una de las cosas más mágicas de la naturaleza, la aurora boreal, un fenómeno muy emocionante” al que, según contó, se hace referencia en escena pero a través de los rostros de asombro de los personajes: tras algunas pruebas de escenografía e iluminación, el director llegó a la conclusión de que “nada llegaba a poder representar lo que significa este fenómeno natural”.

Suárez advirtió que “Laponia” es uno de esos proyectos angelados que, función tras función, “te renuevan las ganas de seguir haciendo teatro”. Y confesó que “estaba necesitando un proyecto así”, ni tan comedia plena ni tan drama puro; una experiencia que experimentó por última vez con “Manzi, la vida en orsai”, la obra que lo llevó a explotar terrenos increíbles en la piel del poeta del tango.

“Son críticas duras al comportamiento argentino pero lo que estamos haciendo es realzar nuestros valores”

Jorge Suárez,
Protagonista de “Laponia”

“Es una obra que me emociona, me pone en un lugar especial, me congratula mucho con el oficio”, destacó Suárez que venía de protagonizar una de las comedias más taquilleras del año pasado, “Lo escucho”, la que compartió con El Puma Goity y Julieta Vallina, la actriz platense que falleció en junio, un golpe del que aún no pudo reponerse.

“Todavía no puedo terminar de creer lo que sucedió, me cuesta mucho pensarlo, me duele. Tengo la sensación de que Julieta es parte de la trama cultural de todos estos años. Era una gran trabajadora, con mucha polenta y muchas ganas, y eso lo transmitía en el escenario. Nos dejó mucho. El talento de ella era enorme y entonces, desde ese lado, va a estar siempre con nosotros. Los seres amados no se van, están siempre con nosotros”, aseguró Suárez sobre quien fuera su compañera y cuyo recuerdo estará más presente que nunca en la función del jueves en La Plata.