Leer en familia: una actividad que le sirve a grandes y chicos

La herramienta de la lecto escritura es una de las fundamentales de nuestra sociabilización, pero poco a poco, con la nueva vorágine en la que viven cada vez más personas, el hábito de la lectura por placer ha ido perdiendo espacio frente al entretenimiento que brindan los producciones audiovisuales que llegan de forma más rápida y cautivante por medio de las pantallas a las que estamos expuestos 24/7.

La era de los dispositivos móviles y las ofertas de contenidos ondemand, sumado al auge de las redes sociales alejó a muchos del hábito de la lectura por placer que tan instalado estaba hasta hace unos años, cuando casi todos leían al menos una edición de verano. Quedan, obviamente los fanáticos de los libros, que aunque puedan seguir con su hobbie con e-books, prefieren tener en sus manos las hojas impresas y sentir el aroma que ellas despiden cada vez que se las pasa.

Aunque nadie está en contra de la evolución de la tecnología, los especialistas destacan que leer en papel genera beneficios, y más aún si se hace en familia, ya que es una actividad muy divertida que ayuda a estrechar lazos entre padres e hijos y nos enriquece a todos. Los niños descubren el mundo mediante imágenes y posteriormente palabras y los papás aprenden nuevas formas de relacionarse con los chicos.

Además, la lectura enriquece intelectualmente a los niños, estimulando su imaginación, la capacidad para resolver problemas, la memoria y el lenguaje, les ayuda a conocer el mundo en el que viven y los impulsa a querer saber más.

Comentando las lecturas que hacen todos juntos se puede reflexionar sobre lo leído, los valores del libro infantil que se haya elegido, explorar los propios sentimientos. Es, en definitiva, una ayuda en la educación de los hijos.

Por otro lado, proporcionar a los niños lecturas estimulantes, acompañarlos en el descubrimiento del placer de la lectura, es un hábito muy saludable lleno de beneficios.

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Y es que la lectura estimula la actividad cerebral, ya que al leer nuestro cerebro piensa, ordena e interrelaciona conceptos. De esta manera ejercitas tu mente.

También evita el estrés. Al concentrarte en el libro y la historia que se lee, la mente se libera de preocupaciones.

En muchos casos, con el hábito de la lectura se mejora la escritura, permitiendo aumentar el vocabulario y mejorar la ortografía y comunicación.

A través de la lectura, cualquiera puede convertirse en personajes, conocer otros mundos, viajar en el tiempo y el espacio.

Por otro lado, leer en familia o con un otro, ayuda a la comunicación. Cuando se comparte la lectura con los hijos, es importante hablar con ellos sobre qué entendieron, cuál es su opinión sobre las situaciones que vivieron los personajes y cómo ellos las resolverían. Así se puede conocer más qué piensan y sienten tus hijos.

Asimismo, un estudio elaborado por el departamento de Sociología de la Universidad de Oxford, mencionó que la lectura también se relaciona al éxito futuro de los jóvenes. Para esto, se entrevistaron a 20 mil jóvenes para ver lo que hacían en su tiempo libre y encontraron que los que leían por placer, accedieron a más puestos gerenciales en su edad adulta.

Cuando un niño lee en voz alta, está estimulando a la vez el canal auditivo, lo que convierte a esta práctica en una estimulación multisensorial. La entonación, la pronunciación o el tono permiten a los menores darle un significado a ese texto escrito, ayudándoles también a entender redacciones más complejos.

La concentración, la observación o la escucha, se ponen en marcha cuando el menor tiene que estar siguiendo lo que está leyendo el otro para saber cuando le toca a uno u a otro. Eso es poner en común y es lo que permite generar vínculos con las personas con las que estás compartiendo ese momento de lectura. Es verdad que puede ser entre padre e hijo, pero puede ser también entre compañeros de clase. La recomendación de los expertos en ese sentido es que uno lea por ejemplo una página y otro la otra. Eso hace que se convierta en una actividad compartida que permite descubrir juntos y genera lazos afectivos.

Muchos apuntan a que es muy buen ejemplo ver cómo el adulto muestra cuando se para en la coma, cómo entona, cuándo hay que hacer una exclamación. Pero siempre teniendo en cuenta que sea un momento agradable y lúdico, donde el niño sienta que su madre o su padre le están haciendo caso y por un rato olvidan el teléfono. Todo esto es muy bueno para fomentar el hábito de la lectura, el amor por los libros y los buenos recuerdos.

Afortunadamente existen diferentes géneros literarios: poesía, dramática, leyendas, fantasías o fábulas. Es importante variar el contenido y estilo de la lectura. De esta manera, los padres reconocerán cuáles son los gustos de sus hijos. También es importante buscar libros adecuados para su edad. Cuando son más pequeños, por ejemplo, los libros con dibujos y gráficos son los más recomendados.

Hay que conseguir que vean la lectura como un juego más. Para esto, se pueden programar una serie de actividades alrededor del libro, y de su historia. Por ejemplo, dramatizar el cuento para que sea más lúdico.

La lectura es una experiencia vital. Es un bien básico para el crecimiento personal de las personas, facilitando así su madurez y permitiéndoles crecer en libertad. Además es la principal puerta de acceso a los descubrimientos en todos los ámbitos. Es en la lectura donde los jóvenes afianzan su personalidad y enriquecen su experiencia vital. De ahí que los beneficios de la lectura sean incalculables y para toda la vida.

Leer en familia no solo enriquece el alma, sino que ayuda a generar lazos positivos entre los integrantes de la casa. La lectura es un hábito beneficioso tanto en niños como en adultos. No sólo estimula la imaginación, ya que a diferencia de la computadora y la televisión hay menos bombardeo de imágenes junto a las palabras, sino que la lectura también incrementa el vocabulario y, además, ayuda a hablar y a escribir mejor.

Lo que ocurre es que a través de los libros, la mente humana es capaz de explayarse. Puede generar relaciones, aprender nuevas palabras (usos y significados), armar historias e incluso imaginar finales distintos. Esto desarrolla la inteligencia y la creatividad. Además, un libro siempre es un buen tema de conversación con otros amigos o familia. Por eso, es importante desarrollar el amor por la lectura desde pequeños.

Precisamente es en este aspecto en el que incide la lectura en familia: según los expertos, leer junto a los niños estrecha lazos, estimula la empatía y forma parte de la base de su aprendizaje, ampliando su visión del mundo y otorgándoles herramientas para manejarse en él, como el desarrollo de la capacidad crítica. Proporciona a quien la practica un crecimiento personal como ninguna otra actividad. Más allá de los beneficios intelectuales, la lectura tiene una gran ventaja para quienes la practican en familia.

Esto sin duda es algo que se queda para siempre, pues es un tiempo único que se comparte con aquellos a quienes más queremos. La familia es pues, la encargada de propiciar un ambiente donde se goce de las lecturas y se compartan libros.

Se puede optar por cualquier tipo de lectura, una infinidad de temas por los cuales elegir: novelas, ensayos, literatura clásica, historias, poesía.

Por ello lo ideal es tener un espacio dedicado para la lectura en el hogar. No importa si es pequeño. La idea es que puedan tener un libro a mano para el tiempo libre cuando quieran tomarse unos minutos para leer.

En el hogar tenemos un ambiente para cocinar, otro para descansar, entre otras. Por lo tanto, los pequeños también necesitan un ambiente dedicado a su lectura. Y es que, según expertos, el espacio tiene influencia sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este concepto gira en torno a la neuroarquitectura.

’La neuroarquitectura es una disciplina que explica cómo el diseño de un ambiente influye en la química cerebral, y por lo tanto, las emociones, los pensamientos y las conductas. Su función es crear espacios para la felicidad, el bienestar, la productividad y la calidad de vida. Por ejemplo, los diseños arquitectónicos con techos altos son los apropiados para actividades creativas y artística.

Pero si en casa no hay espacio, diversas editoriales y bibliotecas cuentan con portales o espacios físicos a donde se puede acceder a libros y revistas de manera gratuita, disfrutar de lecturas en línea con escritores y cuenta cuentos entre otras actividades.

Lo ideal es tener un espacio dedicado para la lectura en algún ambiente del hogar

Leer en familia ayuda a generar lazos positivos entre los integrantes de la casa

La lectura permite el crecimiento personal y facilita llegar a la madurez con libertad