Kate del Castillo: “Apenas estoy empezando a ser la mujer que siempre había querido ser”

Simpática, divertida y enormemente carismática, así se la vio a la popular actriz Kate del Castillo (49) sentada frente a la computadora en una habitación de su casa a la que llama su “ego club” en donde, a veces con su perrita chihuahua Lola sentada en su falda, contó los secretos escondidos detrás de “La Reina del Sur”, la producción que la catapultó a la fama hace ya más de una década, y que se prepara para estrenar este año su tercera temporada.

En el marco de una conferencia de prensa virtual, que congregó a cientos de periodistas y medios latinoamericanos, entre ellos EL DIA, la estrella mexicana habló sin cassette durante poco más de una hora con la excusa del regreso a Telemundo Internacional de la segunda parte de la producción.

Una continuación que llegó después de ocho años de “incertidumbre”, “miedos” e “inseguridades”, en tanto, según reconoció, “no sabía si después de tanto tiempo la gente iba a recordar a Teresa Mendoza y si yo y mi cuerpo íbamos a recordar cómo interpretarla”. Pero no tardó demasiado en entender que su criatura nunca se había ido, que siempre había estado ahí, esperando en stand by.

“Cuando has tenido malas experiencias no haces más que crecer y seguir: eso está en el ADN de la mujer”

“Me di cuenta que traigo a Teresa Mendoza en el ADN”, admitió Kate Del Castillo, y destacó que fue “muy sencillo” volver a vestir su aguerrida piel para los 60 episodios de la segunda tanda que se irán estrenando de lunes a viernes a las 23.10 en emisiones dobles.

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Si bien la primera temporada de la producción, estrenada en 2011, se basó por completo en la novela homónima de Arturo Pérez-Reverte (cuenta la historia de una chica mexicana, nacida en Sinaloa, que de vida o muerte se traslada a vivir a España, donde queda envuelta en las redes del narcotráfico y el contrabando), la continuación fue escrita sin esa base sólida que impuso el escritor español y, por eso mismo, la demora en aceptar lanzarse a la pileta para la esperada secuela.

Telemundo volvió a emitir la segunda temporada de “La reina del sur” a la espera de la tercera

Una continuación que llegó en 2019 y que, contra todos los pronósticos, tuvo más popularidad que la primera e, incluso, se alzó con un Emmy a la mejor serie no inglesa.

Ante semejante recibimiento, y una distribución mundial que llegó a través de Netflix (donde se pueden ver las dos primeras tandas de episodios que en total suman 123), la tercera temporada era casi una “obligación”, según aseguró meses atrás la intérprete, y por eso se realizó.

Con el rodaje terminado en diciembre pasado, los nuevos capítulos, que llegarán este año a la pantalla de Telemundo Internacional, volvieron a contar con el asesoramiento en el guión de Pérez-Reverte y tienen a la también mexicana sumergida en un mar de emoción y expectativa.

ENTRE LA MATERNIDAD Y LA ACCIÓN

Pero, como dijimos, la excusa de este encuentro era hablar sobre la segunda parte del show, que tendrá a doña Teresa convertida en madre de una niña de ocho años, una decisión ajustada al tiempo que la producción pasó fuera del aire.

Con “increíbles” capítulos que son como “pequeñas películas” en sí mismos, Del Castillo reveló que la Teresa Mendoza que protagoniza esta continuación mostrará un costado desconocido del personaje, el de la maternidad; una maternidad que, claro, no aborda bajo los tradicionales paradigmas y mandatos familiares sino con uno que, admitió la actriz, “a muchas mujeres nos habría hecho falta”.

Porque su emblemática criatura, dijo, “entrenó a su hija como si fuera una mini Teresa Mendoza” y, por tanto, “no es una niña normal porque no viene de una mujer normal”. En este sentido, contó que “ella no le enseñó todo lo que las madres en general le enseñan a sus hijos. Ella le enseña que ‘la vida es dura y te voy a entrenar para enfrentarte a eso’”, reveló la intérprete, quien dijo que para encontrar a la pequeña actriz que se pone en la piel de Sofía (Isabella Sierra, “Narcos”) castearon a más de 200 niñas.

Encontrar a la hija de Teresa Mendoza era una tarea titánica. “Tenía que ser una niña que sea chiquita pero al mismo tiempo madura actoralmente, también atlética, y no era fácil”, explicó Kate, que también protagoniza la exitosa serie “Ingobernable”, disponible en Netflix.

El casting para encontrar a la “mini Teresa” se hizo en diferentes rincones del mundo, desde Italia y España, hasta México y Colombia. Porque, bromeó la actriz, no era dinero lo que les faltaba.

“Para la primera temporada, Telemundo era una empresa ambiciosa pero mucho más pequeña y después de ‘La Reina’ creció y ahora ya somos ricos”, aseguró entre risas y detalló que del “corazón” que marcó la primera entrega -su favorita-, pasaron a trabajar con “valores de producción gigantes”, que llevaron a rodar la historia a países como Rumania, Italia, España, Rusia, Estados Unidos y Bélice, además, claro, de su México natal.

Aunque a Del Castillo no le gusta el título de “narcoserie”, la telenovela fue pionera en este tipo de producciones y la que allanó el camino a las que vinieron después. Sin embargo, esta segunda temporada se corre un poco de sus orígenes, algo que disfruta y celebra.

“Se está alejando mucho de lo que es el narco, algo que me da mucho gusto porque estamos aburridos de escuchar de todo este rollo. Se convierte más en un thriller de acción, que me encanta”, admitió la actriz feliz de la posibilidad de que cada vez más mujeres incursionen en este género tan tradicionalmente ligado a los hombres. Para Kate, “una mujer es de acción desde que nace porque así tenemos que serlo para sobrevivir”.

Del Castillo, que confesó que trata de hacer lo que más puede en el rodaje antes de apelar al doble de acción (“me arriesgo un poquito de más”, dijo, contenta de poder manejar “motocicleta, lancha y furgoneta” y todo lo que esté a su alcance), reconoció que Teresa volverá “más madura y más guerrera” y siempre -pero siempre- fiel a espíritu.

“No deja de ser Teresa. Es una chica que viene del pueblo, que se ha ido refinando pero no deja de ser una chica sencilla. Ni siquiera su manera de hablar cambia: es grosera y tiene esa cosa de ir para adelante”, detalló la actriz a una criatura con la que tiene varios rasgos en común.

Entre risas, remarcó que “Teresa es borracha y le encanta el tequila, como a mí. A las dos nos gustan los hombres pero siempre nos va mal en el amor. Somos malhabladas y bien entronas: nos encanta la gente que es directa y de frente. Teresa es una mujer a la que la vida la ha hecho fuerte y creo que las mujeres en general lo somos igualmente”.

En este sentido, admitió que “no hay fortaleza si no hay vulnerabilidad” y que “cuando has tenido malas experiencias no haces más que crecer y seguir adelante: eso está en el ADN de la mujer”.

“Después de tres temporadas, me quedo feliz, súper satisfecha. Hay que saber cuándo terminar un personaje”

SU PEOR PESADILLA

Las palabras de la estrella mexicana parecen resonar en un capítulo de su vida digno de una película de terror. Es que Del Castillo, amén de la gran popularidad que ganó gracias a “La Reina del Sur”, trascendió al plano internacional por un suceso que la llevó a dormir con una pistola bajo la almohada.

En enero de 2016, se supo que en octubre de 2015 se había reunido, junto a su pareja de aquel entonces, el actor Sean Penn, con el narcotraficante mexicano y líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, que en ese momento estaba prófugo.

Los abogados del capo criminal, que actualmente cumple cadena perpetua en una prisión federal de Estados Unidos, contactaron a Del Castillo por pedido de su cliente, quien tenía la intención de conocerla para pedirle que realizara una película sobre su vida.

Durante el encuentro, Penn aprovechó para pedirle una entrevista que “El Chapo” respondió en un video que le hizo llegar después. Al poco tiempo de esa reunión que quedó inmortalizada en una foto, Guzmán fue detenido por tercera ocasión por el gobierno mexicano y, días después, Penn publicó la entrevista en la revista Rolling Stone con lo que se hizo pública la reunión de Kate del Castillo con el narcotraficante, lo que causó un escándalo mayúsculo en México.

En consecuencia, el gobierno mexicano inició una indagatoria en contra de la actriz por lo que se vio obligada a abandonar su país por varios años hasta que llegó una nueva administración federal, el caso se cerró y Del Castillo terminó demandando al Estado por persecución política, un proceso que todavía no tiene resolución.

“El Estado mexicano me persiguió y me atacó por mi condición de mujer y figura pública y por ser una crítica del gobierno (de Peña Nieto) o por entrevistar al hombre más buscado del mundo o por exhibir a las autoridades que permitieron su fuga”, dijo la intérprete, en 2018, en su primer regreso a México tras el escándalo.

En 2020, en el marco de una entrevista emitida en programa de Facebook Watch “Red Table: The Estefans”, Del Castillo confesó “no haber superado” el episodio aunque sus palabras no hacían referencia a su encuentro con “El Chapo” -de esa reunión salió un documental que se puede ver en Netflix, “Cuando conocí al Chapo”- sino a todo lo que vino después.

Según dijo, llegó a temer por su vida y por la de su familia, ya que incluso le recomendaron que dejara su casa. “Todo el mundo sabe dónde vives”, fue la amenaza más directa que le hicieron y, tras eso, no le quedó otra que comprar un arma de fuego que aún tiene en caso de necesitar protección, según reveló.

Kate Del Castillo e Isabella Sierra, madre e hija en “La reina del sur”

DAR VUELTA LA PÁGINA

Radicada casi a la fuerza en Los Ángeles desde hace siete años, Del Castillo dijo que extraña mucho México -en donde viven sus padres y el resto de su familia- y que “lamenta” no ser convocada para trabajar en su país, algo que la llevó a crear su propia productora con la que, próximamente, rodará durante dos meses en locaciones mexicanas una serie que no solo producirá sino que también protagonizará.

La serie, en la que compartirá escenas con Sarah Snook -una de las estrellas de “Succession”-, se llamará “A Beautiful Lie” y fue presentada como reinterpretación contemporánea de la historia de Anna Karenina, de León Tolstói.

Este proyecto es un buen ejemplo de cómo la intérprete no fue encasillada dentro del género narco, algo que, sin embargo, nunca temió.

En su trayectoria también se la ha visto en dramas y/o tragedias no sólo en cine y en televisión. En teatro, por ejemplo, viene de protagonizar el elogiado monólogo “The Way She Spoke”, en el que llevó a las tablas a “las muertas y desaparecidas” en la ciudad mexicana de Juárez.

Por delante, Del Castillo espera el mencionado estreno de la tercera temporada de “La Reina del Sur”, la que estima será la final. “Me quedo feliz y súper satisfecha”, reconoció la actriz, convencida de que “hay que saber cuándo retirarse y cuándo terminar un personaje”.

“Yo siempre digo que todas tenemos una Teresa Mendoza adentro, es cuestión de que la busquemos”

Un personaje que, sin dudas, siempre llevará en su corazón porque le ha dejado más de una lección de vida. “Admiro y respeto mucho a Teresa Mendoza, le admiro esa fortaleza, esa resiliencia y cómo no se rinde ante nada. Le tocó vivir una vida y no se victimiza, al contrario, toma al toro por los cuernos y le entra a todo. Eso la ha hecho madurar, crecer y aprender muchísimo. Yo siempre digo que todas tenemos una Teresa Mendoza adentro, es cuestión de que la busquemos”, destacó.

A punto de cumplir los 50 años, a los que llegará en octubre, Kate no teme envejecer, y lleva el paso del tiempo con naturalidad, como debería ser.

“Llego feliz de la vida (al medio siglo), hecha, resuelta como mujer, súper a gusto en mi propia piel. Después de tanto tiempo, no me quitaría un solo año de encima, porque lo he vivido hasta el fondo, y creo que todavía me falta mucho: apenas estoy empezando a ser la mujer que siempre había querido ser”, concluyó.