Renunció el interventor de la Uocra, en plena interna por el control del gremio

La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) seccional La Plata sumó ayer un nuevo capítulo a su larga saga interna, en una jornada que se saldó con al menos un herido y la renuncia del interventor César Trujillo, que tenía ante sí la difícil tarea de normalizar el gremio que Juan Pablo “Pata” Medina condujo hasta la primavera de 2017, cuando cayó en prisión acusado por los delitos de asociación ilícita, extorsión reiterada y coacción agravada. Por esos hechos hoy están en prisión domiciliaria, a la espera del juicio oral.

Trujillo, que había sido designado hacía menos de un año por el Secretario General de la Uocra nacional, Gerardo Martínez, en reemplazo de Carlos Vergara, presentó su dimisión “indeclinable” a la intervención de la sede platense del sindicato con una carta que rezuma pura impotencia, “enarbolando como premisa que la paz social es lo que pregonamos desde el primer día y viendo que la problemática sigue su curso, aún a pesar de todos los esfuerzos realizados”. Y se despidió “con todo el dolor de mi alma [...] al no poder cumplir con la tarea encomedada”. Esas líneas no revelan, sin embargo, las amenazas de muerte que habrían incidio en el paso al costado del ahora exinterventor, según advertían ayer fuentes cercanas al también secretario general de la Uocra en Mar del Plata.

La renuncia, fechada el domingo 26 de septiembre, se conoció ayer, justo cuando los dos sectores que pugnan por el control del gremio se desafiaban con la convocatoria a dos movilizaciones: los del “Pata” -y su hijo, Cristian “Puly”, también procesado- habían llamado a concentrarse en decenas de puntos de la Región para enfilar hasta las puertas de la sede porteña de la Uocra y clamar por la salida de Trujillo. Del otro lado, Iván Tobar, hoy enemistado con quien fuera su viejo aliado, también invitaba a movilizarse, pero para expresar su apoyo al interventor que ya había comunicado su renuncia.

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Esa decisión, que trascendió pasado el mediodía, terminó desalentando ambas manifestaciones. Para entonces, ya había ingresado al 911 un llamado desde el camping que la Uocra tiene en Punta Lara -uno de los puntos de encuentro señalado por los Medina antes de partir a la capital federal-. La emergencia aludía a una pelea y a un herido por arma blanca durante una asamblea de la que habrían participado seguidores del “Puly” y otros como Braian y Agustín Medina, nieto e hijo del “Pata”, respectivamente. Aunque al llegar al Hospital Cestino de Ensenada y ser entrevistado por la Policía, la víctima -un hombre de 39 años- aseguró que la herida en la espalda que derivó en su internación fue producto de una caída sobre un fierro. Otras versiones refieren un enfrentamiento entre los participantes de la asamblea y mencionan la rivalidad latente entre los Medina, en stand by desde que el “Pata” cayó en desgracia y Tobar empezó a ganar terreno en la Uocra local.

Desde entonces, Tobar y Medina se tienen en el punto de mira como parte de una saga gremial en la que ambos buscan quedarse con la Uocra muchas veces a fuerza de tiros, puñaladas y golpes de puño.

Amenazas

Cuentan que un episodio de ese calibre tuvo lugar el fin de semana, horas antes de que Trujillo formalizara su renuncia. En una reunión de la que habrían participado Medina, el propio interventor y gente cercana a la conducción de la Uocra. Allí, desde el entorno ligado al viejo cacique de la seccional La Plata habrían hecho notar su malestar ante la decisión de las autoridades normalizadoras de suspender los alcances de la bolsa de trabajo en la Región que los Medina pretenden para contrarrestar la influencia de Tobar. Algo a lo que el interventor se habría negado. “La reunión terminó muy mal”, decía ayer un conocedor de la interna gremial. “A los golpes”, sumaba otro y que en ese mismo acto Trujillo “habría sufrido amenazas de muerte” que decantaron en la renuncia final, “indeclinable”, que dio a conocer ayer.

Nuevo delegado

Mientras el exinterventor optó por regresar a la secretaría general del gremio en Mar del Plata, en La Plata asumirá como nuevo delegado Oscar Rizzo -hoy al frente de la Uocra en Lomas de Zamora-, según la resolución Nº 23/21 que en la tarde de ayer firmó Martínez. Su tarea será la que ni Vergara ni Trujillo pudieron: reencauzar el gremio, pacificarlo y convocar a elecciones.

Sabe, en cualquier caso, que deberá lidiar con una abierta interna gremial. Con enfrentamientos que recrudecieron desde la liberación de Medina, que estuvo tres años en la cárcel y espera por el juicio oral con una incontenible ansiedad por retomar el control de la Uocra. Eso es algo que la Justicia le prohíbe, como también la participación en cualquier actividad gremial. Pese a lo cual, el mes pasado reunió a una multitud de seguidores sobre la Av. 44, al frente de la exsede de la Uocra, a la que prometió volver. Una afrenta que el juez no toleró y le costó el regreso a la prisión domiciliaria. De ese hecho se cumplió ayer un mes.

Con el desembarco del nuevo interventor -el tercero desde el desplazamiento del “Pata”-, era un incóngita el camino a tomar por Tobar y Medina, unidos por una irreconciliable enemistad e igualados por un frondoso prontuario.

En la víspera, y antes de la anunciada llegada de Rizzo para intervenir al frente de los trabajadores de la construcción en la Región, desde el sector de Tobar habían convocado a marchar hasta la sede porteña de la Uocra como una muestra de apoyo al secretario general “para que no se deje amedrentar por quienes vivieron toda la vida a costilla de los trabajadores”. Ese llamamiento fue antes de que se conociera la renuncia de Trujillo, de quien el rival de Medina era un aliado.

“La problemática sigue su curso. No pude cumplir con lo encomendado”, admitió Trujillo