Richard Coleman: “Hay una capacidad de adaptación que uno no tiene que perder”

No son pocos los años que Richard Coleman llevaba sin lanzar música propia: sus últimos lanzamientos habían sido dos covers, uno de The Cars y otro de Nirvana, en 2019; su último trabajo original, el álbum “Fácil”, fue publicado en 2017. Es que Coleman es un hombre de discos, de inmersión en climas e ideas a lo largo de un conjunto de canciones agrupadas en un álbum, un proceso que lleva un período caprichoso y volátil de tiempo. 

En diálogo con EL DIA, el fundador de las emblemáticas Fricción y Los 7 Delfines revela que está trabajando, sin prisa pero sin pausa, en un nuevo material. Pero en el camino encontró una especie de desvío que derivó en el lanzamiento de su primera canción original en cuatro años: en enero se encontró con Dani Castro, bajista en su banda, la Trans-Siberian Express, y su mano derecha, para, aprovechando la flexibilización de la cuarentena, componer un rato, porque “trabajar a distancia no es lo mismo. Se puede, pero es otra cosa, no es el mismo feedback”. Fueron, cuenta Coleman, unos pocos encuentros, pero en uno de ellos apareció “Humanidad”: primero la armonía, luego el guitarrista “la empujé un poquito para tener la letra” a tiempo para el próximo encuentro; finalmente, en una semana, tenían ya una canción completa.

Lanzado el mes pasado, “Humanidad” “es una consecuencia de la pandemia: no refleja necesariamente la pandemia, tampoco voy a ser tan pretencioso, es una canción cortita, pero relacionada con el contexto, sí”, comenta el guitarrista que colaboró con Soda Stereo durante toda su carrera. 

Hay algo de clima de época, algo de apocalipsis, en “Humanidad”, pero, insiste Coleman, no es una canción pandémica. “Trato de no decir ‘pandemia’, la palabra es un poco hartante, con esa cosa de culpable de todo que tiene…”, afirma. “La canción no está inspirada en la pandemia: es consecuencia, consecuencia de este año largo que hemos transitado en peligro. La compuse en febrero, y hay reflexiones, sonoridades, imágenes que se me han agolpado como consecuencia del contexto. Como siempre que compongo canciones. Después a eso se le agrega ficción, algún recuerdo, y así se arman las imágenes con las que escribo las canciones. No soy un autor testimonial, no me interesa, y carezco del estilo para eso. Pero sí describo cosas que me imagino”.

Esto se ve reflejado, explica, ya desde el título: el tema “habla de la humanidad del protagonista, no habla de la humanidad como un todo”, y sin embargo ya el título refleja “algo que ha resonado a nuestro alrededor como nunca: esta idea de las plagas que azotaron a la humanidad, y otra que es buenísima, esa idea de que la humanidad va a salir mejor de todo esto…”, dice con una risa algo maliciosa, de aquel que ha transitado ya mil y una crisis. La noción, agrega, “me pareció siempre demasiado optimista de lo que es realmente la humanidad”.

“Humanidad” nació en un rapto, fue un exabrupto de expresión musical acontecido en las sesiones con Castro, pero, dice Coleman, va al margen de lo que pretende preparar para el futuro próximo, un álbum recorrido por otras ideas, otra identidad sonora. De todos modos, enseguida frena en estas reflexiones, porque “planes, futuro, son conceptos que están un poco desvirtuados, han perdido totalmente la consistencia…”

LE PUEDE INTERESAR

Adiós a Pil Chalar, pionero del punk argentino

LE PUEDE INTERESAR

Y vos, chabona ¿cómo lo festejaste?

“En Gracias Totales nadie reemplaza a Gustavo, a nadie se le ocurriría. ¿Cómo se me va a ocurrir reemplazar a mi amigo?”

Sí explica que “lo que ocurrió con esta canción es que en el momento en que la tuve en la mano, sentí que me quemaba, tenía que sacarla ya, no podía esperar a tener más material. La sentía un todo en sí misma, y no tenía que pasar el momento, porque la energía y la reflexión que tiene, está muy relacionada con el presente”. Y por eso “puse de lado lo que estaba trabajando” y, al revés de lo que acostumbra, lanzó un sencillo. 

“Yo nunca pensé que iba a sacar un single”, se ríe. “Yo compongo álbumes, historias más complejas. Sin embargo, esta canción pesó por sí misma”, sigue Coleman, una guitarra acostumbrada a sonar a contramano. De forma adelantada a sus tiempos, dirán en realidad muchos: Coleman es vanguardia permanente. Él reniega de eso. “No me siento a contramano. Y hay una capacidad de adaptación que uno no tiene que perder, aunque tampoco me voy a poner a hacer trap”. 

Parte de adaptarse implicó pensar “Humanidad” para los tiempos de consumo voraz y vertiginoso y de burbujas de ocio: explica que “pensé en una canción redonda, cerrada, bien apretada en tres minutos” (porque todo se resuelve en tres minutos…), un tema “que fuera al grano”. “Que la canción parezca más sencilla es algo que me hace trabajar más, depurando, limando, concentrando, encontrando las puntas del iceberg del tema”, comenta.

A la vez, era necesario en este proceso de adaptación que el tema saliera con un video: “Si voy a sacar un tema solo, para que no se pierda en el océano de las plataformas, tenía que salir con un video que le diera exposición, que llamara un poco más la atención. Y ya hace rato que la gente le presta más atención a un tema viendo el video que escuchando solo la música: no es nuevo, pero para mi es nuevo hacerme cargo”.

“Fue una decisión, una estrategia que plantee, y entonces sabía que tenía que tener una mirada fresca, joven, alguien que fuera un opuesto generacional: tenía que encontrar alguien que pudiera disfrutar de mi canción y visualizarla”, relata Coleman su proceso: esa frescura la encontró en Lisa Cerati.

La hija de su viejo compañero Gustavo filmó los videos de Benito para Zero Kill, un trabajo del cual Coleman fue parte. El guitarrista y compositor se paseaba a principios de este año por los temas del último disco de Zero Kill, buscando dónde había grabado, cuando dio con esos videos. 

“A mi Benito me cae muy bien, me parece muy astuto, y lo he visto crecer, entonces no puedo ser muy objetivo. Pero realmente me parecieron muy frescos los videos de Zero Kill, nada pretenciosos, austeros, con juego…”, cuenta Coleman. 

Así fue que decidió que Lisa Cerati se encargaría del video de “Humanidad”. “Todavía no tenía resuelto cómo iba a grabar la canción, cómo iba a hacer con los músicos, si iba a poder ir a un estudio de grabación, solo tenía el demo”, se ríe Coleman, que se juntó con Lisa para escuchar el tema y pedirle que piense cómo visualizarlo a través de algunas pequeñas pautas: el compositor no quería “cosas argumentales, que la canción sea la banda de sonido del video”, y “tenía que ser algo factible, estamos en pandemia, no podían estar los músicos juntos, si no nos juntamos a grabar nos vamos a juntar para el video”.

“Cuando me hizo la devolución, era mucho mejor de lo que esperaba: entendió todo. No es casual, desde ya, que ella haya entendido lo que buscaba. El camino me llevó a comunicarme con ella”, dice Coleman.

GRACIAS TOTALES

Así se cerró ese proyecto autoconclusivo de Coleman, quien vuelve a decir que hacia el futuro solo ve incertidumbre. Está, adelanta, “juntando material para el año que viene”, y sigue dictando cursos de pedales de guitarra… y “no hay mucho más, la verdad”. Un par de shows pendientes, reprogramados por las idas y vueltas de las restricciones, “todo acústico, porque con la banda todavía no encuentro la estrategia para hacerlo, por ahora me parece imprudente. Y para qué, ya esperamos un año y siete meses, para qué apurarnos ahora: hay que hacer un show para pasarla bien, nosotros y el público, no para estar con presiones que no forman parte de nuestro trabajo. Imaginate estar ensayando para el show y no saber si te van a cerrar, teniendo que vender tantas entradas para pagar el show, y encima el aforo es reducido… Hay una serie de cosas que van en desmedro de la calidad del show”.

Y en algún momento, claro, será parte de Gracias Totales, el show de despedida de Soda Stereo reprogramado para diciembre de este año. ¿Es factible? “No estoy muy al tanto de cómo están manejando las aperturas… pero estamos hablando de diciembre. ¿Quién puede saber? Está programado porque corresponde programarlo, no se puede después organizar de un día para el otro. Y en Estados Unidos ya está confirmado porque allá están haciendo shows, ya”. 

El año pandémico ha puesto el calendario en pausa, y Coleman dice que antes de avanzar con proyectos y compromisos hay que cerrar los pendientes, como Gracias Totales. Pero, dice, es una cuenta pendiente en términos de fechas, no una cuenta pendiente emocional: “No lo veo como una catarsis. Es algo bastante menos dramático: es una celebración a la carrera de Soda”, afirma sobre un espectáculo que ha engendrado algunos detractores, a los que les responde Coleman, nombre importante en la historia de Soda. 

“Nadie está reemplazando a Gustavo, a nadie se le ocurriría. Esa es la mirada fácil, imaginate: ¿cómo se me va a ocurrir reemplazar a mi amigo? Está hecha la propuesta desde otro lugar, genuina, y el público eso lo ve, se da cuenta, y disfruta de ese cantar todos esa música”.