Un emprendedor platense creó un novedoso robot que limpia los puertos de Francia

Hay miles de platenses desperdigados por el planeta. Los hay en Sudamérica, en el Norte, en Asia, África y Oceanía. Pero también en Europa, como Alan D’Alfonso Peral, que hace alrededor de cinco años viene desarrollando un novedoso sistema autónomo de limpieza de puertos, lagos y ríos de Francia, Italia y España.

A tal punto ha crecido su emprendimiento, la Asociación Recyclamer, que el año pasado estuvo invitado en el G7 vinculado al Medio Ambiente, un lugar reservado para las principales potencias y los mejores emprendedores. Fue el único representante de Argentina, más allá de no estar directamente vinculado con el país en este momento.

“Soy un fanático de la navegación. Antes de dedicarme a esto recorrí muchos lugares navegando. Incluso alguna vez volví a la Argentina en una pequeña embarcación. Entonces empecé a tomar contacto con puertos y diferentes playas y es increíble el efecto de la contaminación”, contó desde su oficina en La Rochelle, en el Oeste de Francia, sobre el Atlántico.

En ese sentido explicó que en muchos casos los diferentes colores de la arena en las playas se deben a los microplásticos, que llegan hasta el mar desde lo ríos. Todos son desechos humanos y están causando un daño del cual no se tiene un alcance todavía.

“También hice buceo aquí en Europa y decidí hacer algo por el medio ambiente. Me junté con unos amigos y creamos la Asociación Recyclamer en 2016”, continuó con su discurso y contó que se juntó con gente que tuviese los mismos intereses por el medio ambiente y le dio forma a este grupo que al día de hoy sigue creciendo y concientizando, limpiando y educando sobre los peligros del maltrato al planeta, fundamentalmente en el agua.

Entonces nació este proyecto del recolector de residuos para los puertos, el Genseaseas que recoge restos de plásticos, colillas de cigarrillos, aceites y demás productos que contaminan las costas.

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Un ultrasonido a bordo permite la detección de la aproximación de obstáculos en áreas congestionadas. Y posee una gran maniobrabilidad y rotación sobre sí mismo.

“Este producto es el primer sistema solar autónomo ciento por ciento para recolectar los desechos sólidos y líquidos que flotan en el agua. Pueden ser los macros o micros, los menores de 5 milímetros. También las napas de hidrocarburos, es decir esas irrigaciones que se desprenden de los barcos. Con este sistema, patentado, lo pudimos proponer en diferentes lugares del mundo y de esta manera nos llegó la invitación al G7, donde se nos consideró uno de los emprendimientos de punta vinculado a la protección del medio ambiente”, destacó.

En ese sentido reveló que el gobierno francés está muy contento con lo que están realizando y destacó que se fabrica totalmente en territorio galo. “Trabajamos un tiempo junto a la Universidad Pública de Limoges en el programa búsqueda de desarrollo, y le dimos forma. Puede aparecer muy divertido pero llevó un largo tiempo”.

Básicamente este proyecto es contratado por puertos, tanto privados como públicos. Pero también se hacen trabajos en ríos y lagunas, tanto en Francia como en España e Italia.

Gracias a este invento, D’Alfonso fue invitado al G7 del medio ambiente del año pasado

“La primera máquina la fabricamos nosotros un día que volvimos de navegar. Buscamos la mejor manera de hacer una aspiradora de mares. No fue nada sencillo pero tras unos meses logramos darle forma. Por un lado nos preparan el armazón y nosotros le colocamos los filtros y los paneles solares: funciona totalmente con un generador solar”, detalló este platense de 38 años que lleva más de una década radicado en el Viejo Continente.

Contó que luego de fabricar esta primera máquina, sólo con la finalidad de concientizar y sensibilizar a las personas -principalmente a los más chicos- fue el director de un puerto en el Mediterráneo quien le dio la idea de empezar a preparar más máquinas.

Este robot tiene un manejo por demás interesante. A través de un celular y con una aplicación especial, se demarca el terreno a explorar y entonces empieza a recorrer la zona. Cada determinados minutos, según sea programado, va reportando metros recorridos y material recolectado. “Puede almacenar hasta 124 kilos y más de 60 litros”.

Además la máquina aporta datos precisos de los parámetros del agua gracias a la posición GPS. Grabación instantánea y garantizada cuales sean las condiciones.

Existen dos modelos de robots: uno pequeño y otro de 2 metros y medio ideal para puertos

“El primer robot que creamos era , por decirlo de alguna manera, Talle S, ideal para puertos pequeños, lagos y superficies chicas. Luego creamos uno L, de 2 metros y medio de largo. Y estamos preparando más, según el encargue”, siguió en diálogo con la sección #PlatensesPorElMundo de este medio.

Entre los datos técnicos, posee una turbinas 4’150W, un captor solar de 170Wp, una batería Lithium LiFePo4 3.6 kWh y un regulador de carga Tablero electrónico MPPT.

La fabricación del robot se hace todo en un circuito corto. Los creadores tratan de que la mochila de carbono sea la más baja posible para cada producto, como por ejemplo el filtro, que es de fibras naturales, que son biodegradables.

“Ojalá algún día lo podamos llevar a la Argentina”, aventuró este joven que supo jugar al rugby en el club Universitario antes de empezar con una aventura que incluyó practicar este deporte en Sudáfrica (desde donde cruzó el océano en barco por primera vez), lo mismo en Francia y tener un bar temático frente al museo del Louvre. Hoy está abocado al proyecto Genseaseas, que lo obsesiona y por eso antes de despedirse no lo duda: “Cuiden el medio ambiente”.