Maradona lo vivió como un hincha más

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Todos quisieron estar presentes en el debut de Argentina en Rusia 2018. Entre ellos, una presencia que siempre se hace notar esté donde esté, como lo es la de Diego Armando Maradona.

Acompañado por gente de su entorno, el “10” siguió las acciones entre el seleccionado de Sampaoli y la ignota Islandia de Halgrimsson

Al principio se mostró ansioso y expectante, junto con el ritmo del partido y con Argentina buscando los espacios. Deliró con el gol e incluso acompañó cada una de las canciones de los simpatizantes nacionales en los primeros minutos.

Sin embargo, el resultado final, con empate 1 a 1 frente a los nórdicos, le dejó la misma sensación que a todos los simpatizantes argentinos presentes en el estadio del Spartak de Moscú y a aquellos que lo vieron desde los distintos puntos del mundo: desazón, preocupación y un pedido de apoyo para Messi y los suyos en sus redes sociales.

“Yo empecé un Mundial perdiendo, no empatando. Fue en el debut de Italia ‘90. Y a pesar de las lesiones, a pesar de todo, llegamos a la final, gracias a Goyco (Sergio Goycoechea) y al sacrificio de todos los muchachos. Sigamos alentando, vamos Argentina!!!”, escribió Maradona en su cuenta oficial de Instagram, minutos después de finalizado el cotejo.

Claudio “Chiqui” Tapia también dijo presente junto con los 15.000 hinchas argentinos en Moscú.

El presidente de la AFA siguió las acciones desde el palco preferencial de estadio junto a Gianni Infantino, presidente de la FIFA y el representante de la Federación de Fútbol de Islandia, Guðni Bergsson, en algo que ya se ha hecho costumbre en Rusia, que los representantes de cada asociación compartan el cruce de manera conjunta.

EL COLOR Y EL CALOR DE LOS 15.000 HINCHAS ARGENTINOS

La gente vivió al ritmo del partido. Comenzó con la euforia característica de un debut prometedor que quedó en eso, en promesa.

Con cánticos iniciales en apoyo a Messi y también a Maradona, que se sumó al aliento, los simpatizantes nacionales aportaron el calor que el equipo nacional no supo retribuir por su bajo nivel futbolístico.

La parcialidad argentina hegemonizó el clima con cánticos del tipo “Que de la mano, de Leo Messi...” , “Vení, vení, cantá conmigo...” o “El que no salta es un inglés” (clásicos de las citas mundialistas), pero a partir del empate, y sobre el final del partido, cuando el resultado parecía sellado, se impusieron los cantos islandeses y el típico festejo vikingo, para celebrar un empate que se entendió como una hazaña.

De esta manera tanto los simpatizantes, como los jugadores islandeses, se acercaron hasta ese codo más colorido para abrazarse con los hinchas allí presentes por la importancia del punto conseguido.

Los argentinos, por su parte, dejaron el estadio con preocupación creciente hasta el próximo cotejo, el jueves, a las 15, frente a Croacia.