Hernán Guerschuny: “siempre miré al teatro de manera conflictiva”

Después de 15 años dirigiendo películas y series de televisión, Hernán Guerschuny celebra estar experimentando los nervios de un debutante con la dirección de “Coherencia”, su primera obra de teatro, un género que siempre miró “de manera conflictiva” pero que le permite recuperar algo que había perdido.

“En el último tiempo, los cineastas perdimos las butacas. Mis últimas tres películas fueron a las plataformas, lo cual trae un montón de beneficios, pero quita algo muy importante que es ver a la gente reaccionando a tu película (...) Y el teatro no solo tiene eso, sino también la magia del vivo, que es muy cautivante”, confiesa en diálogo con EL DIA.

A los 51 años, el director detrás de películas como “El crítico”, “Doble discurso” y “Recreo”, y series como “Casi feliz” y “Días de gallos” asegura estar disfrutando de “poder volver a sentirme nervioso” con un debut que siempre había considerado complejo, “porque todos los recursos que nosotros usamos para contar una historia en cine, en el teatro no funcionan o funcionan de otra manera”.

En ese marco, cuenta que cuando recibió la propuesta para dirigir esta obra tuvo que “entender qué podía aportar yo a ese relato, qué cosas podía sumar del cine y qué cosas tenía que dejar de lado y, en ese sentido, abrazar un montón de cuestiones del teatro que son maravillosas pero que a veces los cineastas miramos con prejuicio”.

Superada esa primera crisis, se metió de lleno en el proyecto. Protagonizada por Gonzalo Heredia —también a cargo de la adaptación—, Nicolás Pauls, Guillermo Pfening, Mey Scápola, Laura Cymer y Vanesa González, “Coherencia” adapta a las tablas una película de ciencia ficción estrenada de manera independiente en 2013 que, con el tiempo, se convirtió en un fenómeno de culto. La historia ubica a un grupo de amigos compartiendo una cena en una noche atravesada por el paso de un cometa que, tras un apagón, altera la realidad de los presentes de manera extraña.

Guerschuny no había visto la película escrita y dirigida por James Ward Byrkit, rodada en cinco días con bajísimo presupuesto y con un guion que se basó muchísimo en la improvisación. “Te confieso que me gustaron algunas cosas y otras no tanto, y empecé a pensar de qué manera podía trasladarla al teatro”, dice en relación a los aspectos propios de una trama de ciencia ficción que incorpora realidades paralelas con personajes que se enfrentan a diferentes versiones de sí mismos.

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Para este proceso, el realizador tuvo que pensar, primero, cómo lo resolvería en el cine, para después trasladar a las tablas lo que define como “una experiencia visual y narrativa novedosa para la cartelera de la Calle Corrientes”, una apuesta que agradece a los productores porque se animaron a ir más allá de lo seguro.

LA MISMA HISTORIA PERO CONTADA DE MANERA DIFERENTE

Aunque al principio la miró una y otra vez como “guía o machete”, Guerschuny cortó de cuajo con la película cuando vio que algo nuevo estaba cobrando vida. “Sobre todo cuando te das cuenta de que lo que funciona arriba de un escenario casi va en contra de lo que funciona en la pantalla”, manifiesta el director de “Nahir: ángel o demonio”, que se concentró “en relatar el qué y el cómo, pero con un cómo que realmente es muy distinto” al original.

Cuenta que del cine echó mano a varios recursos, sobre todo a aquellos que le permitieron lograr, con la ayuda del diseño de luces y de escenografía, una especie de “reencuadre” en vivo para que el público pueda sentirse siendo parte de las diferentes realidades que atraviesan la historia.

En este sentido, el director advierte que, más allá de la trama, “la obra da lugar a reflexionar sobre nuestras decisiones durante la vida, a qué hacer ante la posibilidad de haber podido ser otros, para dar paso a una reflexión muy de filosofía existencial sobre lo que somos y lo que nos hubiera gustado ser”.

La pregunta era obvia y Guerschuny contesta que “en mi caso sí”, se hubiera quedado con su versión conocida y actual, ya que “soy muy afortunado de hacer lo que hago, disfruto mucho el día a día”. Aunque, rápido y entre risas aclara que, de haberlo podido hacer, “no hubiera perdido tanto tiempo pensando que iba a ser jugador de fútbol”.

Guerschuny, que escribió o coescribió la mayoría de sus películas como director, confiesa que le “encantaría” escribir en algún momento una obra de teatro. De todos modos, ahora se da el tiempo y el lugar para disfrutar de este momento, “incluso en el conflicto de lo que implica adaptarme a hacer algo nuevo”.

Con producción a cargo de Tomás Rottemberg, Bautista y Joaquín Laviaguerre, “Coherencia” tendrá funciones de miércoles a domingos, desde el 16 de julio, en el Multiteatro. Entradas por Plateanet.