El escándalo de Alberto, el uso libertario, el protagonismo en las redes y los problemas de fondo

 El oficialismo libertario asiste complacido a las consecuencias políticas y mediáticas del escándalo que involucra al expresidente Alberto Fernández por violencia de género, objetivamente un golpe que al peronismo le viene costando asimilar.

El impacto en la sociedad fue tal que el episodio asoma como una de las pocas cosas que, en los ochos meses que lleva Javier Milei como Presidente, han actuado como un factor redireccionador de decisiones en La Libertad Avanza.

Es posible mencionar como antecedente la gran marcha universitaria contra la poda de fondos a ese sector, que obligó al Gobierno a pisar el freno en su enfrentamiento dialéctico y político con un enemigo que se le reveló poderoso por las fibras simbólicas que representa en la gente, en especial en la clase media y media baja que ven a la universidad pública como un símbolo de ascenso social.

Las denuncias de Fabiola Yáñez que incendiaron a Fernández, la contundencia de las imágenes de los moretones e incluso la frivolidad del video con una conductora de televisión en la Casa Rosada, no sólo terminaron de lapidar a un dirigente del PJ que ya venía empapado de desprestigio social. Les sirvieron también a los libertarios para fortalecer su discurso de posesión de un ADN alejado de los vicios de la casta en general. Y, en términos más puntuales, también las usaron para jugar con la idea de la “hipocresía” kirchnerista, expuesta en la diferencia entre el relato -defensa de los derechos de la mujer, creación y fondeo de áreas específicas sobre el tema, etc.- y los hechos.

EL CORRIMIENTO DEL FOCO DE ATENCIÓN

La repercusión mediática fue tal que el Gobierno, previsiblemente, se subió a esa ola y se benefició con el corrimiento del foco de atención de temas que podían lastimarlo.

Por ejemplo, la provocadora visita de un grupo de diputados de La Libertad Avanza a represores y genocidas presos en Ezeiza, con Alfredo Astiz a la cabeza, tal vez el paso en falso más grande que se dio en el oficialismo desde su llegada al poder. Y que generó una denuncia de una legisladora propia contra sus pares con probables salpicaduras de responsabilidades hacia las autoridades de la Cámara baja y, eventualmente, expulsiones de la misma. El kirchnerismo lideraba allí la ofensiva para cortar cabezas pero la bomba que hizo estallar Fabiola Yáñez tuvo una onda expansiva tan avasallante que vulneró cualquier ventaja numérica para explorar estrategias de mayor daño.

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Incluso derrotas legislativas como la ampliación del presupuesto para las 62 universidades nacionales públicas, que según el Gobierno atenta contra la lógica del déficit cero, pasaron a ser crónicas de segundo orden en los portales y los diarios frente al calvario que evidenciaron los chats filtrados de la exprimera dama durante su estadía en la quinta de Olivos.

La denuncia contra Alberto F. fue lo que en comunicación política se conoce como un evento masivo. Lo dicho: además acaparó la agenda mediática, política y digital, ese mundo virtual en el que Milei se mueve como un experto.

MILEI DEJÓ DE SER LO MÁS MENCIONADO EN LAS REDES

La consultora Ad Hoc, liderada por Javier Correa y especialista en analizar la conversación digital, realizó un trabajo entre el 3 y el 13 de agosto pasado. Allí se ve que, por primera vez desde que asumió en Balcarce 50, Milei no fue el político más mencionado en las redes. Es que desde que se publicaron las fotos malditas y hasta la última jornada del estudio, Fernández lo superó en menciones, por supuesto todas negativas.

De más está decir que esa pérdida de estelaridad no le molestó al actual Jefe de Estado. “Todo ganancia”, explican en el oficialismo. Es más: según analiza Ad Hoc en base a los posteos de Milei en la red X, el Presidente aprovechó para polarizar discursivamente con el periodismo y los diversos actores progresistas y de izquierda.

El estudio también señala que “la conversación digital sobre Tamara Pettinato tuvo un volumen similar a la de Fabiola, pese a la gran disparidad en la relevancia y las implicancias judiciales de cada uno de los eventos. El morbo del video entre la mediática y el expresidente compitió contra las imágenes con marcas de violencia”.

La repercusión mediática, que para Alberto, victimario en esta historia, fue casi unánimemente negativa, se traduce en: 630 notas en promedio por día del tema, fue la tapa de 64 diarios en una semana, sólo el 9 de agosto, ya con el escándalo estallado por las fotos y el reportaje que dio Yáñez, hubo 986 notas al respecto. Las 5.676 notas totales en el período estudiado fueron vistas por casi 42 millones de espectadores. Por supuesto que las redes mileístas, una legión de fanáticos y - dicen- de rentados, se hicieron un picnic y contribuyeron a la expansión de todo esto.

LA DECISIÓN DE BAJAR EL ACTO EN LA PLATA

Con semejante nivel de instalación en la agenda pública, se entiende que el oficialismo haya decidido bajar el acto político que se iba a hacer en La Plata la semana que viene y para el cual se había reservado de palabra el Club Atenas. Sería la primera avanzada oficial de La Libertad Avanza en formato de partido “serio”, legalizado o en camino a eso, con aspiraciones de armado propio y de ser la voz cantante ante la eventualidad de cerrar alianzas electorales con otras fuerzas el año que viene. Un trabajo que en la Provincia está llevando a cabo el armador Sebastián Pareja, bajo la batuta de Karina Milei y “Lule” Menem.

Iba a estar el Presidente y no fue casual que se decidiera por La Plata, luego de una pulseada previa con La Matanza y Tres de Febrero: así, prácticamente sería en la cara de Axel Kicillof, hoy casi un némesis peronista de Milei, con quien mantiene un enfrentamiento político y financiero y cuya última expresión fue la saga de la millonaria inversión de YPF-Petronas que terminó por instalarse en Río Negro y no en Bahía Blanca.

El diputado José Luis Espert, que cada vez suena más firme para encabezar la oferta oficialista en 2025, y la ministra Patricia Bullrich, acaso una mojada de oreja al macrismo de Mauricio, iban a tener roles estelares.

“¿Pero para qué desconcentrar la agenda mediática con un acto político si la denuncia contra Alberto F. complica a todo el peronismo y obliga a hablar de ese tema pianta-votos a cada dirigente que saca la cabeza?”, deben haber pensado en la Casa Rosada. Así, se estimó que no era el momento conveniente. Que todavía hay mucha tela que se irá cortando del otro lado (empezarán ahora a desfilar testigos, por ejemplo; ¿saldrán más fotos y videos?) y que se puede aprovechar simplemente no levantando mucha polvareda desde el bando oficial.

POBREZA, INFLACIÓN Y FOCOS DE PREOCUPACIÓN

Pero también habrían existido otros criterios para postergar el evento, según fuentes libertarias. Se habría estimado que no es buen momento para obtener la mejor recepción de la gente, cuando los números de pobreza están altos, la baja de la inflación no alcanza para compensar carencias y, si bien persiste una base de esperanza con Milei, empiezan a surgir focos de preocupación por el futuro en los estudios cualitativos de opinión pública. Además pareció colarse alguna decisión, sobre todo del propio Milei, de cuidar una relación recuperada con Macri, con quien se ha reunido dos o tres veces en las últimas semanas y a quien mira como un aliado electoral para el año que viene. Se verá con qué formato.