La Provincia, detrás de una embestida judicial conjunta contra la motosierra de Milei

Axel Kicillof integra la primera línea de un grupo de gobernadores que busca articular una estrategia común frente al gobierno de Javier Milei. En forma sigilosa, varias provincias han puesto a trabajar a sus representantes legales para que avancen en una presentación conjunta ante la Corte Suprema frente a la decisión de la Nación de eliminar partidas que recibían los distritos.

En una primera instancia, el reclamo pasará por la supresión del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el Fondo Compensador para el transporte del interior. En el caso de Buenos Aires, representan nada menos que 15.500 millones de pesos mensuales.

La idea que se amasa, en sintonía con el enfrentamiento ya prácticamente total entre las provincias y Milei, es que la presentación tenga la fuerza institucional de todos los mandatarios y empuje a la Corte a decidir rápido.

“Si no hay acuerdo para que haya un reclamo conjunto, al menos lo que se busca es que el formato de la demanda sea similar para que un eventual fallo favorable tenga el mismo efecto sobre el resto de las causas”, dicen en la Provincia.

Kicillof viene empujando junto con otros mandatarios peronistas y de Juntos por el Cambio esta idea que ya se materializó en reuniones de los fiscales de Estado de varias provincias. Fue incluso, antes de que estallara la guerra total con la Casa Rosada a partir de la mayoritaria solidaridad con el reclamo de Chubut contra la administración libertaria.

Al menos en la Provincia no se sorprendieron de la amenaza del mandatario patagónico del PRO de cortar el suministro de gas y petróleo si la Nación no rebobina sobre la quita de fondos coparticipables que está padeciendo Chubut. Kicillof mantiene un chat abierto con sus pares del sur del país. Ahí leyó la frase que anticipaba que Torres tenía decidido ir a fondo. “Nos están boludeando”, leyó, según cuentan fuentes oficiales.

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El bonaerense fue, luego de los patagónicos, uno de los primeros mandatarios en salir a apoyar al chubutense. Al Presidente no se le pasó por alto ese detalle: tras cruzar en forma destemplada a Torres, la emprendió luego contra Kicillof a quien suele zamarrear seguido.

En el gobierno bonaerense trabajan en sumar voluntades al reclamo judicial mientras sobrevuelan densos nubarrones que arriman una certeza pesada: difícilmente, creen, el alto tribunal decidirá rápido. La Corte no tiene plazos para resolver y el recorte que ya llegó de la mano de la motosierra libertaria vino para quedarse.

Los datos inquietantes se suman día a día. A la paralización de obras públicas financiadas con fondos nacionales se suma una caída en los ingresos propios de la Provincia que rondaría el 10 por ciento en el último mes. La estrechez se recursos adopta un rostro dramático que se corporiza con nitidez en el funcionamiento del IOMA. La obra social bonaerense viene reduciendo coberturas y prestaciones y está atravesando el ojo de la tormenta. En la última sesión de la Cámara de Diputados la oposición lanzó críticas y denuncias de desmanejos que se suman a los cada vez más frecuentes reclamos de afiliados con epicentro en La Plata, Tandil y Mar del Plata.

Esa crisis en marcha empujó una reunión del PJ bonaerense, que salió del letargo. De allí surgió la necesitar de no potenciar refriegas internas. Hubo un dato llamativo: Kicillof no fue invitado al encuentro liderado por Máximo Kirchner. El Gobernador, mientras se desarrollaba ese encuentro en Cañuelas, encabezaba una actividad de gestión en San Martín.

Ambos dirigentes mantienen fuertes diferencias. Ayer se habló de acercar posiciones. También con Sergio Massa, que mandó a rebelarse a sus diputados bonaerenses contra la Gobernación.

Kicillof quiere dar otra pelea: la de encaramarse en la comisión de Acción Política del PJ nacional, que aparece como sucesora del final cantado de la presidencia partidaria de Alberto Fernández.

Existen otras implicancias que exceden al oficialismo en la disputa sin cuartel entre Milei y los gobernadores. La pelea de los mandatarios por los recursos encontró la solidaridad de Jorge Macri. El alcalde porteño fue uno de los que estampó su firma en el pronunciamiento de apoyo a Torres que alumbraron los gobernadores de Juntos por el Cambio.

¿Tendrá ese gesto alguna relación con la supuesta toma de distancia de Mauricio Macri respecto del gobierno de Milei? Por estas horas se comenta respecto de cierto enfriamiento en el entendimiento que el ex presidente y el actual exploraban para que el PRO se incorporara de manera más formal a la administración nacional.

Esa posibilidad vino perdiendo fuerza. Tanto, como la llegada de algunos peso pesados bonaerenses del PRO a lugares estratégicos. Macri buscó imponer a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara de Diputados y aguardaba que se abrieran algunos lugares de relevancia para María Eugenia Vidal y Diego Santilli. Nada de eso sucedió.

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