En media hora, saquearon una casa de Ringuelet: solo se salvó la gata

Distintas circunstancias confluyeron para que, en la tarde del miércoles, una familia de Ringuelet se ausentara algunas horas de su vivienda. Como tantas otras veces, pero en esta ocasión derivó en un escruche en el cual un delincuente se apoderó de dinero en efectivo y una variada gama de objetos de valor.

Sucedió en 8 entre 513 y 514, donde de casualidad, según informó a este diario una de las víctimas, nadie de la casa se topó con el ladrón que accedió al domicilio, ni con el cómplice que lo esperó afuera.

Con el robo consumado y los dos asaltantes en plena fuga, la pareja que vive en el lugar pudo observar la filmación aportada por vecinos, gracias a las cámaras que decidieron instalar como medida de prevención.

Se supo que el video fue posteriormente puesto en manos de la Policía de la jurisdicción, aunque hasta el momento se ignora el paradero de los dos delincuentes.

“UNO HIZO DE `CAMPANA´”

Fernanda (59), una de las víctimas de este hecho de inseguridad, ayer a la tarde aceptó brindar a EL DIA los pormenores del ingrato episodio.

Todavía fastidiada por el ilícito, comentó inicialmente el contexto que favoreció el propósito de los ladrones.

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“Justo mi marido había ido a trabajar y, si bien siempre queda gente acá, nuestra hija había salido también al igual que yo, que había ido a visitar a mi madre”, reflejó.

Pero hubo otra situación que ayudó involuntariamente a que se concretara el robo en el inmueble.

“Tenemos un sistema de alarma, pero precisamente al momento del robo no estaba funcionando, porque se había quedado sin batería. Ya lo solucionamos, pero para esto ya nos robaron de todo”, lamentó la mujer.

Las imágenes captadas por una de las cámaras de seguridad, permitieron conocer de qué manera comenzó a generarse el escruche.

En tal sentido, Fernanda indicó que “se ve que uno de estos pibes, que deben tener entre 16 y 17 años, se quedó haciendo de `campana´ en la esquina”.

“El otro -continuó- parece que primero toca el timbre, esperó unos segundos y como nadie lo atendió por el portero eléctrico ni abrió la puerta para ver quién era, intuyó que no habría nadie. Entonces, saltó la reja del frente y luego barreteó una puerta ventana trasera hasta lograr meterse”.

Al consultarle por los faltantes que pudieron constatar, la mujer reveló que “nos robaron 200.000 pesos que teníamos en casa para pagar diversas cuentas y 150 dólares”.

La nómina de pertenencias sustraídas es amplia e incluye además “cuatro anillos de oro, una alianza, aritos, gemelos también de oro, toda la bijouterie, una notebook, una mochila y un par de zapatillas”.

“POR 10 MINUTOS, NO LOS VIMOS”

Asimismo, Fernanda dio a conocer que, por lo mostrado en el video, el ataque en su vivienda se produjo en la media hora comprendida “entre las 17.50 y las 18.20” del miércoles.

De todas maneras, cree que “el delincuente que se metió en casa habrá estado no más de 20 minutos, donde robó y revolvió muchísimo”.

“De casualidad que no los vio mi marido, que salió de casa 10 minutos antes de que entraran a robar. Lo mismo yo, que volví 10 minutos después de que escaparan”, consignó.

Sobre este último punto, señaló que “en la filmación de las cámaras de seguridad se los ve yéndose de la cuadra caminando”, aunque los investigadores suponen que al menos un cómplice los estaría esperando en las inmediaciones en algún vehículo.

“FUE HORRIBLE LA SENSACIÓN”

En otro tramo de la extensa charla con este diario, la mujer fue consultada sobre su reacción al enfrentarse en su domicilio con el robo.

“Fue horrible la sensación, ver todo desordenado, cosas tiradas por el piso y otras que no estaban donde las habíamos dejado. Me dio mucha bronca”, resumió.

Acotó que “lo increíble que todo esto pasó en apenas un rato”.

Enseguida sumó: “Suerte que yo no estaba, porque soy de `mecha corta´ y no sé qué hubiera pasado”.

Fernanda confesó que apenas constató el escruche en su vivienda, su desesperación todavía resultó mayor, porque “no encontraba a nuestra gata. Hasta que después me di cuenta que, seguramente por el susto por la presencia del delincuente, se escondió debajo de la cama de mi hija y no se movió de ahí hasta que la vi”.

En esos momentos de confusión y aturdimiento “atiné a llamar al 911 para contar lo ocurrido y más tarde fui a la comisaría para radicar la denuncia”.

Por otra parte, una vecina de la cuadra denunció ante EL DIA que “hace un año y medio que andan robando por el barrio”.