“Claudio está con su señora en París, así que se acabó la pesadilla”

El teléfono suena una vez más, como tantas veces ha sucedido en los últimos días, cargados de angustia. Sin embargo ahora, mucho más aliviado, Claudio Spinelli padre respira y responde tranquilo, sabiendo que su hijo finalmente pudo dejar atrás suelo ucraniano, expulsado por un conflicto bélico que nunca imaginaron ninguno de los dos, y que terminó en el exilio de miles de personas, quienes abandonaron Kiev en las últimas horas mientras el ejército ruso avanza por la capital del país que lo supo cobijar desde su llegada al F.C Oleksandria en julio pasado.

“No hay mucho en qué pensar cuando pasan este tipo de cosas, solamente en que esté bien”

“Gracias a Dios ya está todo bien. Está con su señora en París, así que se acabó la pesadilla afortunadamente”, son las primeras palabras atragantadas del padre del exjugador de Gimnasia, quien finalmente puede afirmar que su hijo está bien y lejos del punto neurálgico de la guerra.

“La verdad es que estamos en el aire todavía. Es una sensación bastante complicada porque no terminás de caer. Lo único que pienso ahora es que está bien y que está todo bien”, continúa. “Con el correr de los días ya se van a ir acomodando las cosas en cuanto a su trabajo y las cosas que dejó allá. No hay mucho que pensar cuando pasan este tipo de cosas, solamente que esté bien”, reflexiona. “Después iremos acomodando el futuro. De a poquito. Lo bueno es que ya salió, que era lo más importante para nosotros”, completa.

Ya en suelo francés, tanto Claudio como su hijo no ven la hora de que finalmente el delantero pueda regresar a la Argentina, algo que ya está en los planes y que se concretará en los próximos días.

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“La idea es que venga para acá. Estará ahí uno o dos días en Francia y después se viene para acá”, afirma.

Además del expunta de Argentinos y el Lobo, Francisco Di Franco y Fabricio Alvarenga, otros dos futbolistas argentinos en medio de la guerra, también pudieron dejar atrás suelo ucraniano, algo a lo que hace mención el padre de Spinelli, quien dialogó con ellos.

“Yo puntualmente hablé con los chicos tratando de aconsejarlos porque sabía cosas que él me venía contando”, explica. “Veníamos triangulando la información para poder ayudarnos entre todos. Y ellos fueron hablando entre sí también. Salieron en momentos diferentes. Y hubo uno en que estuvo en el mismo lugar con Alvarenga, pero no se llegaron a ver por tanta gente que había ahí. Era un descontrol total en la frontera”, remarca.

A diferencia de su hijo, quien debió administrar la batería de su celular, Alvarenga utilizó su cuenta de Instagram casi en todo momento para ir relatando, mediante imágenes el escenario que tuvieron que vivir miles de personas.

“Claudio se iba quedando sin batería en los últimos 20 kilómetros, que los hizo a pie. Y la guardaba porque teníamos que coordinar en algún momento que estuviera cerca de la salida para que lo fuera a buscar alguien a Polonia”, recuerda. “La batería del celular era algo importantísimo. Iba tratando de hablar lo mínimo e indispensable y de apagarlo”, manifiesta.

En los tres casos puntuales y en el de los otros argentinos víctimas del contexto, el papel de la Cancillería resultó clave, aun sin el resultado esperado.

“Ellos se pusieron a disposición de primera. Pero es lo que se sufrió más que nada. Es una guerra. No había nada que valiera del lado ucraniano. Era todo lo mismo. No había papel ni firma ni llamado que valiera. Había que tratar de salir. Del lado polaco sí sirvió todo eso”, aclara Spinelli padre, quien finalmente logró descansar luego de muchos días cargados de angustia. “Hace un ratito me levanto. Me acosté a ver el PSG y quedé ahí, durito en la cama. Me cayó todo encima. Lo vi dos minutos. Ni lo vi el partido”, completa.

todos a salvo

“Spinelli ingresó por Polonia durante la mañana de ayer con un auto que gestionó nuestra embajada en Polonia y ahora está camino a Cracovia”, precisó Laura Cachaza, directora de Asuntos Consulares de la Cancillería y coordinadora de la asistencia de los argentinos en Ucrania, durante las primeras horas de ayer. Además agregó que el jugador que fue dirigido por Diego Armando Maradona en su etapa en el Lobo, ”siempre estuvo en contacto con la embajada argentina mientras circulaba por la ruta hacia la frontera con Polonia”.

“Él se iba quedando sin batería en los últimos 20 kilómetros, que los hizo a pie”

En tanto que Di Franco “ingresó por Rumania, junto a 13 futbolistas de otras nacionalidades”, remarcó la funcionaría en diálogo con una emisora porteña.

“Hubo un momento en que no podían ingresar, ya que se permitía sólo el paso de mujeres y niños por ese paso, pero por una intervención de nuestra embajadora allí (Elena Mikusinski) que habló por teléfono en ucraniano con la gente del puesto fronterizo y eso permitió que ingresaran todos, y ya están camino a la ciudad para tomar un vuelo”, explicó Cachaza.

Lo cierto es que, por lo menos para ellos, la pesadilla parece haber llegado a su fin. Ahora comenzará otro proceso, tanto en lo personal como en lo laboral, algo que hoy por hoy aparece recién en segundo plano.