Tres gritos en la fría noche de Junín para quien, por ahora, no modifica su manera de atacar

No caben dudas, el del último viernes fue, de modo genuino, el conocido Estudiantes del “Ruso” Zielinski. En lo bueno y en lo malo. Después de un receso extenso, y todavía “nadando por la mitad del río” en el mercado de pases, el León mantiene inalterable la fisonomía que adquirió durante el torneo pasado.

Duro en todas las líneas, con escaso vuelo creativo y siempre dispuesto para aprovechar las debilidades del rival de turno. Algunos creen que la propuesta crecerá, con el correr de las fechas, en la ambición por atacar manejando mejor la pelota. Otros, incrédulos, piensan que el estilo adoptado va a camino a transformarse en una marca registrada.

Lo cierto es que empezó a competir como todos quieren hacerlo, ganando; y eso siempre ayuda a elaborar diagnósticos más calmos.

Después de una etapa inicial donde no sólo jugó feo, sino que además resultó levemente superado por la velocidad y el atrevimiento de varios jóvenes de Sarmiento, cambió drásticamente gracias a una ráfaga goleadora impactante.

En un lapso breve pegó tres cachetazos para aniquilar cualquier incertidumbre resultadista. Era bien temprano cuando supo que la victoria ya estaba guardada en los bolsos que volverían a City Bell.

Antes y después de los alaridos esenciales, su juego careció de chispa creativa. Sin asociaciones con el pase bien dado como herramienta de crecimiento en el campo, a la importantísima facturación le faltó brillo.

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La intención, ya manifestada con claros movimientos en los ensayos amistosos, de tener combinaciones a ras del piso entre mediocampistas y delanteros, no se plasmó en Junín. Estudiantes fue el mismo que reconstruyó este cuerpo técnico teniendo como premisa el orden y el sacrificio de todos.

PARECE QUE ZUQUI VOLVIÓ PARA HACER DUPLA CON EL “CORCHO”

Nuevo responsable de las ejecuciones con pelota detenida (lo cual indica una valoración elevada por parte el entrenador), Fernando Zuqui ha tenido una reinserción sumamente positiva en el plantel.

En una zona donde hay varios competidores (la continuidad de Estévez es una incógnita e Iván Gómez decidió irse al ver que le iba a costar mucho ganarse un lugar), Zuqui tiene características y condiciones que el Ruso valora.

La flamante conformación de la dupla de mediocampistas centrales tiene olor a cosa juzgada, al menos en esta recta inicial. Jorge Rodríguez, que estuvo lejos de destacarse, pero aun así puso una habilitación perfecta para el segundo gol de Apaolaza, tiene un nuevo socio en el eje central.

Allí radica la principal novedad de una formación que también empieza a mostrar a Manuel Castro como idóneo habitué por la franja derecha. El uruguayo merece lo que tiene.

Fue una de las figuras. El gol que anotó le llegó como justo premio al despliegue realizado. Su titularidad no debería volver a ponerse en duda.

LA RENOVACIÓN DEL ATAQUE ESTÁ EN PLENO PROCESO

Cuando apenas se presentó en sociedad por algunos minutos Gustavo Del Prete (muy poco como para formar un juicio de valor), y todavía está jugando lejos de Argentina Jaime Ayoví, lo mejor que ha hecho la secretaría de fútbol fue decidir sobre los que ya no están en el Country. Federico González, Cauteruccio y Mauro Díaz no hicieron méritos suficientes como para que el club se esforzara por retenerlos. El tiempo dirá si los que están por llegar podrán o no superar aquellas pobres prestaciones.

Estudiantes debutó con el pie derecho. De visitante, ante un rival que a más de uno podrá poner en problemas si consigue fortalecerse en la última línea, y sin haber modificado la generación del libreto ofensivo, que quedó como deuda del semestre anterior, ya tiene tres puntos ganados con absoluta justicia.

El Estudiantes de Ricardo Zielinski tiene como premisa el orden y el sacrificio de todos