“Simeone me ha marcado muchísimo; siempre fue un adelantado a la época”

Hace poco más de una semana, Diego Simeone levantaba un nuevo trofeo al frente del Atlético Madrid, el décimo en su extraordinaria carrera como entrenador. Y a miles de kilómetros de Valladolid, donde el Colchonero derrotaba al local 2 a 1 para quedarse con un nueva La Liga, Pablo Álvarez sonreía y se remontaba 15 años atrás, cuando vio al mismo DT festejar en cancha de Vélez, con los mismo colores, en su primera consagración, con él como jugador.

Ahora, mientras analiza su futuro, el lateral por la izquierda de aquel Estudiantes campeón del Torneo Apertura 2006, dialogó con este matutino, recorrió su paso por el Pincha y destacó la importancia de un DT que “lo marcó para siempre”.

“Fue protagonista de mi adaptación al fútbol europeo. Lo que hacía con él en Estudiantes, lo hice después en Europa”

Pablo Álvarez,
en cuanto al método de Simeone

- En diciembre se van a cumplir 15 años del título del 2006. Si te llevo a esa fecha, ¿qué se te viene a la cabeza?

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- Se me viene muchos recuerdos lindos. Estudiantes fue un Club con el cual me sentí muy identificado. Sin haber nacido ahí. Eso es lo que te genera la familia de Estudiantes. No lo llamo Club porque es una familia. O por lo menos siempre lo consideré así. De hecho, en la inauguración de Uno, recibí el llamado de Sebastián. Y poder ser un protagonista de ver ese sueño cumplido fue algo muy lindo. Así que los recuerdos son los mejores.

- Hace poco Enzo Pérez fue noticia por ser arquero. A vos también te tocó en una oportunidad, y en La Bombonera.

-Sí. Me acuerdo de todo de ese partido. Fui uno de los pioneros (risas). Ahora lo veo a Enzo y salió por todos lados (risas). Fue una situación en la que no teníamos más cambios y faltaban como veinte minutos para que terminara el partido. Y tomé la decisión de ir al arco. Cuando jugábamos los picados, yo atajaba de un lado y el Chapu atajaba del otro. Así que era él o yo. Y con decisión fui, me calcé los guantes y dije: “acá estoy”. Por suerte terminé el partido con la valla invicta, aunque terminamos perdiendo 2 a 0. Me acuerdo que fui protagonista de dos o tres jugadas. Armé una barrera. Un gol de Palacios en offside que le salgo a achicar, pero estaba adelantado. Después de eso nos coronamos en ese mismo torneo. Así que tiene un gusto dulce particular.

- Simeone, hace poco campeón con Atlético, fue el técnico de aquel Estudiantes.

- Un entrenador que siempre lo he dicho: me ha marcado muchísimo. Fue el gran protagonista de que mi adaptación al fútbol europeo sea rápida; que rápidamente los entrenadores puedan contar conmigo. Porque todos los trabajos que yo hacía con él en Estudiantes eran los que empecé a trabajar con los entrenadores italianos. Siempre digo que fue un adelantado a la época. Un apasionado del fútbol, que lo vivía de una manera muy intensa. Y tenía ese don de contagiar al jugador. De convencerlo. Y la verdad que lo que logramos con él como con todo el plantel, porque era un plantel extraordinario...había vuelto Seba de Europa, con lo que significa Sebastián en el Club. Teníamos un equipazo. Considero que teníamos un equipazo. Y haber culminado ese torneo saliendo campeón fue algo muy, muy lindo.

- En ese partido en Vélez te expulsan junto a Ledesma.

- Tengo un montón de flashes y sobre todo anécdotas de ese partido. Yo iba a entrenar todos los días con el “Tano” Ortiz, un gran amigo que me dio el fútbol. Iba todos los días con él. Y la semana previa a la final, en el auto, cuando volvíamos de La Plata a Buenos...todos los días te estoy hablando eh. Todos los días. Me decía: “Pablo, estate atento a Martín porque Martín amaga al primer palo y va al segundo. Me tenés que cubrir la espalda”. “Sí, sí, Tano. Quedate tranquilo”. Íbamos a comer y lo mismo: “Pablo, Martín te va a amagar al primer palo y va a ir al segundo. Me tenés que cubrir la espalda”. “Sí, sí, Tano”. Así fue toda la semana. En todo momento. Cómo viene el primer gol: Martín amaga al primer palo, va al segundo, yo no le cierro. Gol de Boca. Empieza la final así. La verdad que el Tano me quería asesinar. Después de eso viene mi expulsión. Me expulsan con Ledesma. Ahora, hablando con el diario del lunes, por el lado derecho estaban haciendo un desastre. Estaba Guillermo, Ledesma. Era una autopista. Estaban haciendo un desastre. Y nos expulsan a los dos, antes de que termine el primer tiempo. Me esconden en unos tachos donde se guardaba la bebida fría. Con los hielos y todo. Me esconden ahí. Y yo escuchaba todo. C... de frío. Hipotermia, todo. Pero escuchaba al Tano que decía: “¿Dónde está que lo mato? Lo voy a matar a este hijo de p...”. Se van al segundo tiempo. Yo me quedo mirando el partido ahí atrás del banco. Moraleja: termina el partido y somos campeones. Lo dimos vuelta. Partidazo de los pibes. Los dos en la mitad de la cancha, abrazados llorando, y él diciéndome: “Lo ganamos gracias a vos” (risas). Fue un show. Se puede decir que me sacrifiqué por el equipo. Salió bárbaro.

Junto a Simeone en City Bell / EL DIA

- ¿Y si salía mal?

-Todavía me están buscando...

- Te volvías caminando...

- Olvidate. El Tano me asesinaba. Era mi funeral en el Amalfitani (risas).

- ¿Te quedó alguna espina por no tener un segundo ciclo?

- No. Por algo no se dieron las cosas. Siempre se me ha vinculado en algún que otro mercado. Las ganas siempre han estado. Y el interés siempre ha sido concreto. Pero por una cosa o la otra, no se dio. Pero no hay ningún tipo de rencor. Al contrario. El cariño que une le tiene al Club va más allá de cualquier cosa.

- Mencionabas que estuviste en Uno, ¿cómo lo viviste?

- La verdad que el nexo que hay con la gente de Estudiantes durará de por vida. Porque pudimos ser campeones, pero también en lo personal me sentí uno más. Sin haber nacido del Club, enseguida mamé su cultura, su filosofía, su educación. Y creo que eso se graba muy a flor de piel. Y la gente también lo siente de esa manera. Y después con la reinauguración de Uno, muy contento. Muy contento por toda la familia de Estudiantes. Por todo el sacrificio que se venía haciendo durante muchos años para poder terminarla. Vi a un Sebastián (Verón) muy emotivo. Estaba muy sensible ese día. Raro verlo así al Pelado porque es medio raro. Pero muy contento. Viví una atmósfera hermosa con la gente. Y la familia de Estudiantes tiene que sentirse orgullosa del flor de pedazo de estadio que tienen. Más allá de eso, toda la historia que tiene esa cancha. Moderna. Está espectacular. Es algo único.