Llegó la hora de la máxima prueba para Campazzo

La impresionante carrera que está desarrollando Facundo Campazzo, con su 1,81 metros en un mundo de gigantes, se ha caracterizado por los constantes desafíos físicos y técnicos superados. Y es que luego de su irrupción en Liga Nacional en el multicampeón Peñarol de Mar del Plata, el primer salto a Europa llegó lleno de interrogantes (todos ajenos a él) que el nacido en Córdoba tuvo que sortear.

La altura, su físico en general, el roce y la competencia al máximo nivel continental, fueron las excusas de quienes no lo habían visto aún para desacreditar por completo lo que puede hacer este multifacético base, que ha tenido que ir agregando a su juego aspectos fundamentales para acallar esas primeras dudas.

Y si bien al principio costó porque en el Real Madrid no tenía lugar, el paso por el Murcia le permitió retomar la confianza y alegría que lo caracterizaron desde el primer momento que agarró una naranja para volver al “Merengue” a ser “Facu”.

A partir de eso, nuevamente subió la vara hasta ser el mejor base de Europa y uno de los mejores del mundo a nivel FIBA.

Sin embargo, ahora le llegó su máximo desafío, en un escenario que no suele recibir bien a los foráneos y en el que tendrá que demostrar (una vez más) que es un distinto, y que el motor de su talento y amor por el juego nacen de un corazón que no le entra en el pecho.

Esperó mucho por el llamado a escena de la máxima liga del mundo. Ahora llegó. Y hay que brillar.

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