Senderismo en La Plata: caminar entre arboledas añosas, flora y fauna autóctonas

En la calle 154 y Arroyo Carnaval, lindante con Los Porteños y Las Banderitas, se encuentra el Espacio Recreativo Centro Basko Euzko Etxea. Este sitio cuenta con una zona deportiva y otra boscosa, dentro del este último hay diferentes sectores de pastizal, espinal y pantano.

El monte tiene ocho senderos (Talar, Coronillo Abuelo, Pantano, Tacuarita Azul, Los Horneros, Celtis Tala y Banderita Argentina) aptos para realizar caminatas de un día. Estos cuentan con sendas bien definidas y señalizadas, que permite desarrollar una actividad accesible. Dos de estos caminos son de media dificultad, sobre todo después de las lluvias, mientras que los otros seis no presentan dificultades. El más largo tiene una distancia de, aproximadamente, 1.200 metros con un inicio y final en diferente zona. El más corto tiene una distancia de 400 metros. Sin embargo combinando los diferentes senderos se puede iniciar y finalizar el paseo en el mismo lugar, recorriendo en este caso aproximadamente 4.100 metros. Todos ellos se pueden transitar en bicicleta o a pie. También hay habilitados dos sectores para acampar, lo cual permite pasar un lindo fin de semana en carpa disfrutando de la naturaleza.

El espacio está abierto al público todos los días, de lunes a lunes, el portón se abre a las 9 de la mañana y se cierra a las 18 horas. Para acceder, no hace falta ser socio para entrar y su premisa es que lo use todo aquel que quiera, sin pagar un peso. Tiene baños públicos para que los usuarios que vayan con la reposera, con la pelota, con el perro, con la abuela, pasen un lindo rato y puedan disfrutar de la naturaleza. De igual forma, hay ciertas restricciones: No se puede hacer fuego, no se puede circular con un auto, no se puede circular con una moto, solo se puede circular caminando o en bicicleta. Está señalizado con todas las indicaciones para que todo aquel que quiera ir, sepa manejarse sin inconvenientes.

Flora y fauna

En ese monte, mayoritariamente de eucaliptus, pueden encontrarse otras especies arbóreas, entre las que se pueden mencionar: aguaribay, araucaria, ceibo, ceibillo, algarrobo, timbó, oreja de negro, coronillo, tala, aromillo, tipa, ombú, anacahuita, espinillo, molle rastrero, laurel de río, sauco, tarumá, lapachillo, y otras especies vegetales como la Flor de Mariposa, Cicuta, Lirio amarillo y cortadera.

También hay especies exóticas como casuarina, roble, crespón, ciprés, álamo y fresnos y la vegetación arbustiva está integrada por ligustro, lantana, mora, siempreverde y mburucuyá.

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La planta emblemática de este espacio es el Coronillo (en el predio se han podido registrar y georeferenciar más de 200 ejemplares) que es conocido por ser el principal alimento de la mariposa nacional de Argentina, llamada comúnmente Mariposa Bandera Argentina que pueden disfrutarse entre los meses de diciembre y marzo y le dan un atractivo especial al predio.

La fauna que habita el espacio está integrada por zorros, lagartos overo, culebras, comadrejas overa, cuis, liebres europea y tortugas que se ven en el Arroyo Carnaval. También, una gran variedad de aves como el biguá, mirasol, chajá, siriri pampa, siriri colorado, gallareta, tero, paloma, torcaza, torcacita, cotorra, periquito, picaflor, carpintero, benteveo, golondrina, calandria, zorzal, jilguero, chingolo, cardenal, tordo, estornino, murciélagos.

El espacio alberga una alta biodiversidad, es zona de nidificación, parada y asiento temporario de aves migratorias, como por ejemplo las golondrinas. Su riqueza de flora y fauna se debe en mayor parte a la confluencia de tres grandes ecosistemas : el Pastizal pampeano, el Talar (prolongación de la región fitogeográfica del espinal) y el Arroyo Carnaval, tributario del Río de La Plata.

El predio tiene 61 hectáreas e incluye el estacionamiento, donde la gente deja el vehículo y camina o circula en bicicleta. El área forestada más grande que tiene el Partido de La Plata, ya que en ella hay 47 hectáreas de un monte de eucaliptus viejo; el resto es una superficie ideal para practicar deportes.

Javier Clua, Presidente Del Centro Basko relata que hace 17 años están ahí y “funciona como si fuera una ONG ambiental”. “El objetivo es resguardar este lugar y cuidar este lugar. Que sea suelo no urbanizado”.

Importancia medioambiental

El espacio en cuestión, junto al Parque Ecológico, el Parque Pereyra Iraola y la selva marginal sobre el Río de La Plata, son los únicos espacios que evitan la unión física con el sur del Gran Buenos Aires. Visto desde la ecología estos pulmones brindan servicios ecosistémicos a los habitantes de la región, tales como: regulación de la temperatura, de la lluvia, permiten la recarga de acuíferos, proveen el hábitat para el soporte de la biodiversidad, brindan espacio para el ocio y el esparcimiento, fijan CO2 gas vinculado al efecto invernadero, regulan el escurrimiento superficial del agua de lluvia, sin olvidar las más de 3.000 hectáreas cubiertas por invernaderos que lo rodean y que modifican sustancialmente el ciclo hidrológico.

Presente y futuro

Con una mirada apostada al conservadurismo y al respeto por el lugar y sus características, fueron realizando algunas acciones como un vivero de plantas forestales nativas con los cuales van repoblando el monte, “porque el eucaliptus es una planta que es exótica y se muere”, dice Clua y hay un casero que cuida, hay un zoom que está a disposición de los socios y gente del barrio y unos dormitorios para doce personas con baño donde pueden dormir y estar en contacto con la naturaleza y los baños públicos de libre acceso.

En el Vivero forestal se cultivan especies nativas con el objeto de repoblar paulatinamente el monte. En este momento se encuentran en macetas y esperando el trasplante ejemplares de tipa, anacahuita, ceibo, jacaranda, molle, aguaribay, quebracho, palo borracho, cedro salteño, lapacho, guarán, ombú, tala, cina cina, espinillo, araucaria, fumo bravo, espuela de caballero, palmera pindó, timbo, sen del campo, pezuña de buey, coronillos, tala, azota caballo, curupí, laurel.

El objeto de aumentar la biodiversidad de especies con plantaciones de especies nativas permite satisfacer los requerimientos de la fauna local. Ya sea, flores para distintos polinizadores como mariposas, colibríes, abejas e insectos; semillas para roedores y aves granívoras y frutos para aves frugívoras, murciélagos y otros mamíferos.
Todos los fines de semana hay diferentes actividades como Scout y de lunes a viernes es común ver a diferentes escuelas e instituciones públicas y privadas llevando adelante jornadas de vínculo con la naturaleza.

Allí se puede hacer una recorrida por los distintos senderos que hay entre las arboledas añosas, la flora, las aves y fauna autóctonas y algún que otro zorro que se deja ver.

A futuro, con la claridad de saber que es “un trabajo muy de largo plazo, la energía estará puesta en repoblar el monte con especies nativas. Construir nada. Porque la idea es que esto quede como un paisaje protegido”, afirmó el presidente. Poder caminar en esos senderos, repletos de flora y fauna autóctona, escuchar el canto de los pájaros o disfrutar de las miles de mariposas, lo convierte en una gran opción para disfrutar del tiempo libre, a minutos del casco fundacional.

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